Contrario a lo que se podría pensar, la mayoría de las agresiones contra los medios de comunicación y periodistas en el país, en general, son orquestadas por funcionarios de gobierno o miembros de partidos políticos.
Así lo revela el más reciente informe de la organización Artículo 19, que documentó en 2015 un total de 397 agresiones contra la prensa, en los que un funcionario público fue el perpetrador en 165 de los casos; 34 eran miembros de una “fuerza partidista”; y el crimen organizado participó en al menos 35 ocasiones. En 85 casos no hay elementos suficientes para esclarecer quién cometió la agresión, y 78 veces fue un particular quien la cometió.
En el apartado titulado “radiografía del miedo” se apunta que: “el 46.9% de las agresiones, en los últimos siete años, provienen de algún servidor público, y esto prueba que no es el crimen organizado el principal perpetrador, como lo afirma la narrativa del gobierno de la República: es el mismo Estado atacando a sus ciudadanos”.
El año pasado, las agresiones por parte de un funcionario público y la de un miembro de una fuerza partidista, suman el 50.125 por ciento de los casos. En contraste, los ataques del crimen organizado representan cerca del 9 por ciento, no obstante que hay agresiones que aún no se esclarecen.
Artículo 19 alerta en su informe que “el deterioro del ejercicio de la libertad de expresión desde que asumió la presidencia Enrique Peña Nieto ha sido constante”.
Apuntó que Veracruz “es el espacio geográfico del continente más peligroso para ejercer el periodismo”. Y precisó que durante el gobierno de Javier Duarte -quien este año termina su mandato- han sido asesinados 15 periodistas.
La Ciudad de México también registra un gran número de agresiones contra la prensa; sin embargo, en este caso gran parte de ellas se deben a la actuación policiaca en las diversas manifestaciones sociales.
Tanto la capital del país como Veracruz registran 67 agresiones cada una, cometidas el año pasado; en Guerrero se documentaron 56; en Puebla 38; y en Oaxaca, 35.
En la CDMX y en territorio veracruzano, las principales agresiones son: amenazas, ataques a medios, ataques físicos o materiales, hostigamiento e intimidación.
En los primeros tres años del gobierno de Peña la organización documentó más de mil agresiones contra los medios y periodistas.
Aunque estadísticamente los funcionarios y miembros de partidos son los principales orquestadores de los ataques contra la prensa, en algunos puntos del país, como es el caso de Tamaulipas, el crimen organizado es quien más intenta impedir o acallar el trabajo de los medios y los periodistas.
De 2009 a 2015, en Tamaulipas se registraron 63 agresiones, de las cuales 32 fueron por parte del crimen organizado; 17 por un funcionario; 4 por una fuerza partidista; 9 se desconoce; y 1 por un particular.
También en el caso de Guerrero, el principal agresor de la prensa es el crimen organizado. Sin embargo, en las dos entidades mencionadas hay una conocida colusión o complicidad, entre autoridades y delincuentes.
Hay 158 invitados y ningún miembro en línea