Los canales pluviales deben tener un tratamiento y mantenimiento permanente, en esta ciudad de Acapulco, se tienen registrados cincuenta y dos canales. Es evidente que no se puede pensar en erradicar los problemas de Zika o Chikungunya dejando aislado el saneamiento de estos causes que actualmente estén sucios y por ende están contaminados, generando los posibles criaderos de estos moscos, en estos espacios es donde se ha permitido la contaminación y deforestación.
No existe autoridad alguna, que sancione o prohíba la alta contaminación que se genera en la ciudad, está a la vista de todos, pero parece que no ser responsabilidad de alguna autoridad de los tres órdenes de gobierno que permita conservar entornos saludables. Ni tampoco la sociedad, que haga valer su propia libertad de convivencia con la naturaleza.
Los númerosos desagües residuales, principalmente en el río El Camarón, Aguas Blancas, Palma Sola, La Sabana y avenida Universidad, una segunda forma de contaminación es por la cantidad de desechos sólidos que la población tira a esos espacios, que van desde alimentos, plásticos, colchones, hasta estufas, aunado a la gran cantidad de tierra y ramas que arrastra el agua. El canal del río El Camarón, que es el más grande y largo con 6 kilómetros y 50 metros de ancho, es uno de los que requieren atención inmediata.
Es evidente que esa contaminación que la población genera, se afecta a sí misma, es un pleno suicidio, ya que al infectar los canales se generan olores fétidos, posibles infecciones a la piel, enfermedades gastrointestinales, la proliferación de fauna nociva y la desaparición de la flora y fauna.
Valdría la pena supervisar todos los desarrollos de Punta Diamante si cumplen con las normas ambientales en materia de drenaje y el impacto ambiental que ha generado ese crecimiento urbano, de no ser así las descargas incontroladas supone una de las mayores amenazas a la productividad y a la biodiversidad de nuestras playas. Al mismo tiempo causa serios problemas ambientales y de salud humana y amenaza el desarrollo sustentable de nuestras zonas costeras.
Es urgente y necesario sanear, reforestar las orillas de estos causes y principalmente que la autoridad sancione y prohíba la contaminación en general. Debe existir una Policía Ecológica pero también certificada, confiable y comprometida con su relevante labor; contribuir a la protección, conservación y recuperación ambiental, mediante un efectivo servicio de control y vigilancia fundamentado en la educación y organización de la comunidad, para la gestión ambiental, desarrollando estrategias y metodologías que generen compromisos personales e institucionales de autoridades ambientales para restaurar el vital equilibrio del entorno.
Es prioritario generar un clima político en los tres órdenes de gobierno, que propicie una alta prioridad a todos los aspectos involucrados en el manejo sustentable de las aguas residuales, se requiere la integración de los temas institucionales, técnicos, sectoriales, y de costos pertinentes a todos los componentes principales de esta cadena.
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