Por: Enrique González Guerrero.
La falta de credibilidad por las Instituciones de seguridad y sus corporaciones policiacas, el acoso de la delincuencia organizada en sus diferentes modalidades han generado las condiciones, para que la ciudadanía busque formas de organización independiente para protegerse de la ola de violencia y la violación sistemática a sus garantías individuales por el estado.
La impunidad y la corrupción desmedida por el estado que se manifiesta en la violación a las garantías individuales, el secuestro, robo, la extorción por la delincuencia organizada, han procreado organizaciones sociales y civiles quienes han fundado las policías comunitarias o grupos de autodefensa que es el termino correcto como las denomino el maestro Genaro Vázquez Rojas en su tiempo, grupos de autodefensa que ya están a unos pasos de la capital y que la ciudadanía ante el miedo y en aras de ponerse a salvo las ha cobijado, pues ven en ellas la esperanza de la defensa de su integridad física y familiar ante la delincuencia, ayer por la violencia de las corporaciones de seguridad nacional también sirvieron de instrumento para la defensa en las comunidades en los setentas hoy están en el supuesto combate a la delincuencia organizada en las carreteras y pueblos en el estado.
Ante este escenario de lucha por el reconocimiento y el trabajo por la recomposición del mando de las fuerzas de seguridad, hasta hoy el gobierno está en un estado de descomposición sumido en una anarquía que no tiene para cuando las instituciones tomen el control de la gobernabilidad para que la ciudadanía pueda vivir en paz; pues esta sigue siendo partícipe de una disputa entre delincuentes y políticos que no tienen llenadera, quienes lejos de poner al servicio del pueblo las instituciones y los recursos materiales y económicos a su cargo omiten su responsabilidad y ponen en todo momento sus propios intereses y que muchas veces ponen en apuros al poder legislativo con propuestas de ley que no resuelven los problemas de fondo en que está envuelto el estado, por la falta de interés para el combate a la impunidad que desde el ejecutivo se promueve y finalmente el legislativo tolera para gloria de todos los corruptos.
Por ello el nuevo gobierno debe de saber que sacar de los actores en conflicto y con quienes buscar la conciliación con un dialogo responsable y a quienes hay que darle la guerra a muerte al estilo Osorio Chom barrer todo lo que huela mal como le propuso al Gobernador en turno dar carpetazo a la normal de Ayotzinapa con una toma violenta de las instalaciones, con ese valor debe de combatir el nuevo gobierno a la delincuencia organizada bueno hasta el máximo jerarca de la iglesia ya les dijo que no sigan simulando una guerra que no dan, pues seguir el camino de la simulación y omisión el pueblo ya no aguanta más, la ciudadanía pide hoy solución inmediata dado que las reacciones ante los atropellos son cada día más radicales y violentos , situación que apremia un movimiento de desobediencia en todo el estado que al gobierno no le conviene, la solución tampoco está en una ley que de borrón y cuenta nueva como se pretende resolver el caso de los presos de conciencia o crear otra ley a ultranza que reglamente a las organizaciones que tienen grupos de autodefensa, sino abrir un debate donde los problemas se les busque solución de raíz a través del dialogo y la conciliación de los intereses del pueblo, donde la corrupción y la impunidad no tengan cabida y la pobreza no sea el debate entre los actores políticos.
Si bien es cierto que para hacerle frente a la delincuencia organizada el gobierno federal, estatal y municipal han buscado mecanismos de conciliación para establecer un mando único para el combate a este cáncer, señalando que primero hay que capacitar y depurar las corporaciones policiacas para evitar más corrupción e impunidad, la realidad que llevan más de seis años peleando un presupuesto que unos quieren y otros no dejan dado que vulnera la autonomía del municipio en cuanto a la administración municipal , luego entonces este proyecto no tiene para cuando, por ello los acuerdos impuestos a varios ayuntamientos por las condiciones que la delincuencia se ha sobre puesto a las policías locales solo son discursos para salir del momento que los aprieta, de esta manera la pelota está en constante cambio entre los gobiernos de los tres niveles, así mientras los gobernantes pelean el presupuesto de seguridad pública, la ciudadanía sigue en las garras de la delincuencia quien goza de la gloria de la impunidad al fin se mochan y no pasa nada, este escenario que vive el estado oscurece el panorama para el nuevo gobierno quien cada día manda señales de omisión y corrupción en las responsabilidades que van recibiendo sus posibles colaboradores con quienes combatirá la problemática del estado ojala no llegue sin autoridad la cual pierde al llamar a su equipo a los mismos que han mal administrados los recursos del pueblo y abusando del poder político que les ha otorgado la ciudadanía en las urnas o de sus organizaciones políticas al representarlas en el congreso del estado.
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