Cuando oímos hablar de la viagra, casi todos la relacionamos con dos conceptos: impotencia masculina e infartos. Desde que se puso a la venta en 1998, este medicamento se ha convertido en uno de los más vendidos porque soluciona un problema que hasta su aparición, no tenía remedio. Desde entonces, 1.800 millones de pastillas azules han sido consumidas por 35 millones de pacientes de todo el mundo.
Pero también tiene su lado oscuro. Cuando se empezó a recetar, varios hombres fallecieron de ataques al corazón. En un primer momento, se culpó directamente a la viagra, y por eso los médicos dejaron de recomendarla a pacientes con problemas cardiacos.
Ahora un nuevo estudio asegura que este medicamento no solo es bueno para la impotencia, sino también para esas personas que dejaron de tomarla por precaución.
El principal componente activo de la viagra es el sildenafil. Antes de descubrir que resultaba beneficioso en las alcobas, este compuesto iba a ser probado para personas que tuvieran la tensión arterial alta. El sildenafil servía para rebajarla significativamente, por su capacidad para ampliar los vasos sanguíneos y para que la sangre fluya.
Pero cuando empezaron la fase experimental para comprobar si realmente bajaba la tensión, los sujetos de prueba comunicaron que tenían más erecciones. Los médicos se dieron cuenta entonces del gran potencial comercial de la sustancia y se olvidaron de los problemas vasculares. Había nacido la viagra.
La culpa no es de la viagra
Pero como decíamos, no todo fue de color de rosa. Las muertes de algunos hombres hizo que las autoridades sanitarias no recomendasen su uso para pacientes con problemas cardiacos. Algo que resultaba contradictorio con la supuestos beneficios cardiovasculares que tiene el sildefanil.
Más tarde se descubrió que la culpa de esas muertes no solo era de la viagra, sino de su interacción con otros medicamentos. Las personas que estén tomando sustancias con nitroglicerina, habituales en las patologías del corazón, no debían tomar viagra, ya que si lo hacían, su tensión arterial se iba a derrumbar, y más todavía si hacían el amor, ya que el esfuerzo aumentaba la probabilidad de que esta fatal situación se produjera. Esa era la verdadera causa de las muertes.
Un nuevo estudio
Y ahora, las conclusiones de un nuevo estudio realizado en Estados Unidos a 1.622 pacientes no sólo podría cambiar la percepción de que el Viagra es peligroso para las personas con problemas de corazón, sino que también demostraría que puede ayudar a mejorar el funcionamiento del corazón.
El inhibidor de fosfodiesterasa - 5 (PDE5i), que es el principal ingrediente de la viagra y otros fármacos utilizados para tratar la disfunción eréctil, resulta que impide que el corazón de personas que sufran de hipertrofia ventricular izquierda cambie de tamaño. Este fenómeno está relacionado con infartos. Además, el PDE5i mejora el funcionamiento general del corazón, además de mantener la tensión arterial en niveles saludables.
La pelota está ahora en el tejado de Pfizer, la farmacéutica que comercializa la viagra. Ellos son los que deben decidir si quieren seguir esta línea de investigación y realizar más pruebas y certificaciones para hacer que su medicamento estrella, además de ayudar en la cama, sirva para arreglar corazones.
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