México, 12 feb (EFE).- Los periodistas del estado mexicano de Veracruz exigieron hoy "una investigación seria" del asesinato del periodista Gregorio Jiménez, tras acusar a las autoridades de intentar desvincular el crimen de su labor profesional.
El periodista Gregorio Antonio Hernández, amigo de Jiménez, pidió al gobernador de Veracruz, Javier Duarte, que se realice "una investigación seria y no se descarte el trabajo periodístico" como móvil del asesinato.
En declaraciones a la emisora MVS, lamentó que las autoridades no hayan hablado de la existencia de una línea de investigación vinculada al trabajo de investigación que su compañero venía realizando en los últimos tres meses en torno a una ola de secuestros y ejecuciones de personas en Villa de Allende.
Hernández dijo que los periodistas de esa región del sur de Veracruz, donde tienen que utilizar un pseudónimo o firmar las notas como redacción para evitar ser asesinados, se sienten "indignados" e "impotentes" por la violencia.
"Vamos a continuar en esta lucha", hasta que las autoridades cumplan con su obligación de llevar a cabo una investigación que permita dar con los responsables y garantizar la seguridad de los periodistas. "Si no pueden, que renuncien", aseguró.
Solo durante el mandato de Duarte (2010-2016), del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), han sido asesinados una decena de periodistas en Veracruz.
Jiménez, quien cubría la información policial para diarios locales, fue hallado muerto el martes en una fosa clandestina junto con los cuerpos de dos personas, el líder sindical Ernesto Ruiz Guillén y un taxista cuya identidad aún no ha sido revelada por las autoridades
Ambos habían sido secuestrados semanas atrás y el periodista había informado de los casos en Notisur, uno de los diarios locales para los que trabajaba.
Los tres cadáveres fueron encontrados tras la detención de un sujeto que admitió su participación en el secuestro y asesinato de Jiménez y señaló a la dueña de un bar como la autora intelectual del crimen a raíz de "diferencias personales" entre vecinos.
La portavoz del Gobierno estatal, Gina Domínguez, declaró hoy a Radio Fórmula que la venganza es hasta ahora "el móvil consolidado", si bien señaló que la investigación sigue abierta y que aún está pendiente la captura de cuatro personas presuntamente vinculadas con los hechos.
El testimonio del detenido permitió el arresto de cuatro personas, incluida Teresa de Jesús Hernández, la dueña de un bar que supuestamente pagó 20.000 pesos (unos 1.500 dólares) a un grupo de sicarios para que asesinaran al periodista.
La organización Artículo 19 consideró "inaceptable descartar el trabajo periodístico de Gregorio Jiménez como posible móvil de su asesinato" y pidió a las autoridades de Veracruz que "agoten todas las líneas posibles" y garanticen la seguridad de su familia y los medios donde trabajaba.
Según esta agrupación desde hace poco más de seis meses, un grupo criminal dio la orden de amenazar a medios locales de comunicación del sur de Veracruz, para que éstos no publicaran información sobre sus actividades criminales.
La Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos expresó su "más firme condena" por el asesinato del periodista y expresó "su sincera expresión de condolencias a la familia del señor Jiménez y a sus colegas".
El organismo de la ONU señaló que esa muerte violenta se suma a las de otros diez periodistas asesinados en ese estado desde 2011.
El representante de esta oficina de la ONU en México, Javier Hernández Valencia, demandó a las autoridades combatir la impunidad en estas agresiones y diseñar las medidas eficaces de seguridad que demanda el gremio periodístico. EFE
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