La designación de Martha Elba Garzón Bernal como primera propuesta para la Procuraduría General de Justicia del Estado constituye un hito en la historia de la procuración de justicia y persecución del delito en el estado de Guerrero.
En nuestra opinión y leal entender, la maestra Garzón Bernal está en la ruta de convertirse, luego de la inminente aprobación del Congreso del Estado, en la primera Procuradora de justicia en el estado de Guerrero, decisión colectiva memorable si se toma en cuenta que a largo de muchos años este sector ha sido un coto de poder institucional exclusivo de varones.Así, por este conducto queremos hacer manifiesto nuestro respaldo absoluto a la designación, sancionada eventualmente por el Congreso, de la maestra Garzón Bernal como Procuradora General de Justicia del estado de Guerrero.
Hija de un prestigiado jurista Guerrerense, el doctor Ausencio Garzón Chávez, la maestra Garzón Bernal se ha caracterizado por ejercer una profesión que en el pasado contemporáneo estaba reservada a los varones de cada familia, con lo cual generó una ruptura con las costumbres patriarcales de la época.
Tenemos conocimiento que hace 25 años la maestra Garzón Bernal ha sido catedrática en la Universidad Autónoma de Guerrero, institución ante la cual se acreditó con la Maestría en Criminología obtenida en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal en 1984, con la tesis Etiología del Maltrato Infantil.
No por nada está considerada como la primera criminóloga del estado de Guerrero.
Su historial registra otros méritos académicos, como el hecho de haber cursado diplomados en derecho penitenciario, violencia intrafamiliar, derecho constitucional, derechos humanos y criminalística, lo que le ha permitido situarse en el reconocimiento que hoy se le otorga.
Antes se desempeñó como responsable de Atención a Víctimas de la propia PGJE, agente del Ministerio Público, contralora y visitadora general de la misma institución.
Más tarde se desenvolvió durante diez años como Visitadora General de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (Codehum), durante los cuales profundizó en el conocimiento de la legislación en la materia y, por extensión, en lo que se refiere a la procuración e impartición de la justicia.
Jamás podríamos omitir que esta maestra emérita recibió el Premio al Mérito Civil Antonia Nava de Catalán por sus labores a favor de los derechos de las mujeres y la equidad de género en el estado de Guerrero.
Así, podríamos enumerar algunos otros méritos que ostenta la maestra Garzón Bernal, pero este historial debiera bastar para dejar en claro la horizontalidad y la transparencia del quehacer profesional de la maestra Garzón Bernal, quien merece todo nuestro reconocimiento.
Sin duda, si el Congreso local aprueba la propuesta del gobernador Angel Aguirre Rivero, los guerrerenses en lo general y los juristas en particular nos veremos representados en una designación de tal naturaleza.
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