Foto: Mar de Noticias
Tras los últimos acontecimientos violentos ocurridos en Acapulco, balaceras a bares y ejecutados, vale la pena reflexionar que es lo que le está sucediendo al otrora destino turístico más importante del estado de Guerrero.
Por décadas Acapulco fue un paraíso para Guerrero destacando como el mejor destino turístico de México, aquí llegaba el turismo extranjero más selectivo del mundo, el jet set internacional, que gustaba de las apacibles y calurosas noches en discotecas tan famosas como el Bocaccio o el Baby’O
Pero algo pasó y esas noches de glamour y extravagancia desaparecieron, se fueron para darle paso a otro tipo de diversión más atractivo visualmente, uno que atraía fuertemente a un valioso sector turístico y así, de la noche a la mañana pasamos de las noches de cabaret en La Huerta y los bares establecidos en la Zona Roja, a los table dance que iniciaron en el zócalo de Acapulco y poco a poco se fueron imponiendo en diferentes sectores del puerto, destacando la Zona Dorada especialmente entorno a la famosa playa de La Condesa.
Años después la diversión se fue diversificando y en lugar de las grandes discotecas se optó por pequeños establecimientos, se les comenzó a llamar bares o antros, en amplias zonas de la costera Miguel Alemán. Comenzaron a multiplicarse por doquier, sin respetar las reglas de convivencia o los horarios establecidos.
Sabiéndose protegidos por funcionarios corruptos, aparecieron propietarios que nada respetan, que nada los frena, que nadie los regula, que nadie los detiene.
Las agresiones violentas en este tipos de bares ya son una constante y se dan en los horarios de la madrugada o en horarios matutinos, ya están por todas partes del puerto, lo que consecuentemente destruye la imagen del destino turístico entonces más importante de Guerrero.
¿Y por eso pregunto…de quien es la mano que mece la cuna que provoca la descontrolada violencia en el puerto? ..., quién da esos permisos, quién supervisa, quién permite que estos pequeños antros operen a horas que no deberían ser permitidas. Desde luego que la respuesta es muy sencilla, la autoridad municipal, no hay más.
Y aun cuando se hacen grandes esfuerzos para pacificar Acapulco, debemos centrarnos en eso, en la responsabilidad del municipio. No hay más, de los que permiten que operen irregularmente, los que otorgan los permisos, los encargados de regularlos, de establecer sus horarios, ese es un tema que solo le compete al municipio, no hay manera que se laven las manos y si no se hace algo pronto, Acapulco seguirá estando entre las primeras 10 ciudades más violentas del mundo, así le traigan miles de elementos policíacos de la Guardia Nacional, efectivos del Ejército o de la Marina Nacional.
¿La pregunta final sería…se hará algo al respecto? O la autoridad municipal simplemente esconderá la cabeza como suele hacerlo…ya veremos.
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