*Se desconoce la identidad del hombre, pero se espera que los estudios de sus restos ayuden a detalles
Jueves, 16 de agosto de 2012.- Un arqueólogo del INAH analiza los huesos encontrados, entre ellos, huesos cortos, planos, vértebras, costilla, de la mano, del esternón, pelvis y el cráneo (INAH/Cortesía)
El complejo funerario contiene tres cámaras mortuorias, la tumba donde estaban los restos es la más antigua (INAH/Cortesía)
El hallazgo de los restos ocurrió hace tres meses en un montículo asociado a uno de los palacios más importantes de Atzompa (INAH/Cortesía)
Junto con los restos había una ofrenda que incluía una urna con forma humana que conserva el color rojo con que fue pintada (INAH/Cortesía)
La urna , que mide 50 centímetros de alto y 30 de diámetro, tiene 1,100 años de antiguedad, al igual que todo el complejo funerario (INAH/Cortesía)
El entierro tiene 1,100 años de antiguedad
Su hallazgo es importante porque está en uno de los palacios más importantes de la zona arqueológica de Atzompa. En el espacio fúnebre había una ofrenda que incluía una vasija roja con rostro humanos. En el entierro había urna con forma humana que conserva el color rojo con que fue pintada (INAH/Cortesía).
Un grupo de arqueólogos encontró la tumba de un individuo de alto rango en la sociedad zapoteca en la zona arqueológica de Atzompa, en Oaxaca, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
"Este complejo funerario de más de 1,100 años de antigüedad es de gran trascendencia, no por nada está en un montículo asociado a uno de los palacios más importantes de Atzompa: la Casa de los Altares", explicó la coordinadora nacional de Arqueología del INAH, Nelly Robles García, según un comunicado del INAH.
El complejo funerario está compuesto por tres cámaras mortuorias. La tumba donde estaba el individuo de alto rango es la más antigua, y fue encontrada “hace tres meses”, añadió.
“A diferencia de los otros dos espacios fúnebres, que fueron vaciados y cancelados, éste conserva restos mortales de un individuo y una ofrenda en excelente estado de conservación”, dijo Robles.
Aún no está claro quién era el personaje que fue enterrado ahí, pero se espera que la investigación revele su identidad.
Los restos, que se cree pertenecían a un hombre, serán sometidos a estudios de antropología física para determinar cuál era la edad, nutrición y salud del individuo. También se analizará si tenía deformaciones intencionales, como se usaba en la cultura zapoteca.
Los arqueólogos encontraron huesos cortos y planos, vértebras, costillas, huesos de la mano, del esternón, la pelvis y el cráneo. Junto a la osamenta principal, se halló un cráneo fragmentado perteneciente a otro individuo.
Además de los restos mortales, en el espacio fúnebre había una ofrenda que incluía una urna roja con un rostro humano que data del 650-850 d.C.
La urna mide 50 centímetros de alto y 30 de diámetro. El personaje que representa lleva un tocado y orejeras. Los arqueólogos destacaron que la pieza aún conserva el pigmento rojo con que fue pintada.
La cámara donde estaban los restos y la ofrenda fue rellenada con capas intercaladas de tierra y piedras para conservar lo que se encontraba ahí.
La tumba pertenece a la época IIIB-IV de Monte Albán (650 al 850 d.C.), según el INAH.
Hay 614 invitados y ningún miembro en línea