La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), logró la incorporación de seis humedales mexicanos, a la Lista de la Convención Ramsar que por sus atributos se consideran de importancia internacional.

 

 

Al respecto, el titular de la Semarnat, Juan Rafael Elvira Quesada comentó que con estas acciones se refrenda el compromiso por la conservación de los humedales de México. Con la incorporación de estos nuevo sitios se tienen ocho millones 376 mil 271 hectáreas ubicadas en 129 sitios mexicanos Ramsar, que aportan una superficie significativa de ecosistemas considerados como sub representados en los sistemas mundiales de conservación.

Por su parte, el Comisionado Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Luis Fueyo Mc Donald, dijo que junto con las instancias que promovieron la designación de estos humedales, la Conanp promoverá activamente la concertación de iniciativas para su atención prioritaria mediante la concurrencia de acciones y recursos humanos y financieros, para dar cumplimiento a los mandatos emanados de la Convención Ramsar.

Informó que México ha enviado en total 134 fichas informativas a la Convención Ramsar, por lo que al completar estos 129 humedales designados, nuestro país conserva el segundo lugar en cuanto a número de sitios designados, es cuarto en extensión de superficie incorporada y se encuentra entre los cinco primeros países que han aportado una gama importante de ecosistemas considerados humedales: cenotes, pastos marinos, oasis, manglares, arrecifes y humedales de alta montaña, entre otros. La Asesora Asistente de Ramsar para las Américas, Sofía Méndez, preparó los resúmenes de las nuevas designaciones con base en las fichas informativas Ramsar que se adjuntan a la documentación.

Los ecosistemas incluidos en este paquete que se suma al listado Ramsar son de extraordinario interés y biodiversidad: el Baño de San Ignacio, en Nuevo León, un manantial de aguas termales azufrosas que es hábitat de cinco especies de peces endémicos; la Laguna de Cuyutlán, que representa el 90 por ciento de los humedales del estado de Colima y es el cuarto humedal costero más grande del país; tres humedales en Sonora: el pequeño pero grandioso Estero El Soldado, en Sonora, que alberga una alta diversidad biológica, que le ha valido el título de “único entre los esteros del Mar de Cortés”.

Así también, los humedales de Bahía de San Jorge, sitio que incluye ocho tipos de hábitats que conectan al sistema terrestre con uno de los sistemas marinos más productivos del mundo, el Golfo de California, y que están a su vez enmarcados en un ecosistema desértico extremadamente árido, y los humedales de Yavaros–Moroncarit, complejo lagunar considerado hábitat crítico para gran variedad de especies, algunas bajo categoría de protección legal en México.

El sexto humedal incorporado es la presa de Atlangatepec, Tlaxcala, vaso que cuenta con una gran diversidad de flora y fauna, además de ser importante para la recarga de los acuíferos, control de inundaciones, retención, recuperación y eliminación de exceso de nutrientes y contaminantes.