*Poco más del 20 por ciento de los mexicanos lo hace de manera adecuada *Diarrea, vómito y gripe, los padecimientos más comunes originados por la falta de esta medida de higiene *El mayor porcentaje de las enfermedades gastrointestinales, respiratorias y de piel en niños son causadas por mantener las manos sucias
El lavado de manos sigue siendo la medida preventiva más eficaz para evitar enfermedades gastrointestinales, respiratorias y dermatológicas, entre otras, de ahí la importancia de realizarse de manera correcta.
A pesar de ser un procedimiento común y sencillo, que lleva de 20 a 30 segundos, sólo poco más del 20 por ciento de los mexicanos lo hace en forma adecuada.
Laura Quiroz Vázquez, coordinadora de Programas de Enfermería de la División de Control y Operación de Proyectos Específicos, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), indicó que las manos se contaminan fácilmente con infinidad de microorganismos.
Éstos se adquieren en cualquier momento del día, ya sea tocando objetos en la casa, la escuela o el trabajo; por el uso de transporte público, del teléfono, al acudir al baño, por el contacto con mascotas, etcétera.
Los padecimientos más comunes originados por la falta de este hábito son diarrea e infecciones respiratorias, que pueden complicarse y derivar en gastroenteritis, salmonelosis o influenza, y derivar en neumonía o bronconeumonía.
Enfatizó que lavarse las manos antes de cada comida o después de ir al baño no es suficiente, “hay que asearse todas las veces que sea necesario”, dado que los gérmenes y bacterias se encuentran al aire libre.
La coordinadora de Programas de Enfermería del IMSS explicó que para la técnica correcta del lavado se necesita agua, jabón y toallitas de papel desechable, de preferencia.
Deben retirarse el reloj, anillos y pulseras; aplicar jabón de preferencia líquido y friccionar la palma de las manos con movimientos giratorios, continuar con el dorso, entre los dedos, por lo menos 15 segundos y hasta 10 centímetros por debajo de los pliegues de las muñecas. Poner especial énfasis en el lavado de uñas. Se enjuagan las manos una por una, sin frotar.
El proceso de contagio, especificó la licenciada en enfermería Quiroz Vázquez, inicia cuando se toca un objeto con las manos y se establecen los gérmenes en las palmas y al tener contacto con la cara, especialmente la boca, ojos, nariz u oídos, se introducen al organismo.
Hizo énfasis en que los niños son el grupo de edad más vulnerable a padecer infecciones estomacales, respiratorias y de piel por manos contaminadas. Por ello, sugirió a los padres de familia explicar a sus hijos la importancia de asear sus manos cuantas veces sea necesario, no solo en el hogar, sino también en la escuela.
Para reforzar este hábito de higiene, en el Instituto Mexicano del Seguro Social se llevan a cabo, de manera constante, campañas de información a los derechohabientes sobre el adecuado lavado de manos.
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