*En la temporada de frío la fiebre puede ser una manifestación de enfermedades graves que van desde una gripe pulmonía y hasta el cáncer

Uno de los motivos más frecuentes de atención del niño y una queja habitual de los padres en la consulta médica es la fiebre, la cual es un síntoma de alerta de que algo está pasando en el organismo, por lo que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Guerrero recomienda ingerir solamente medicamentos prescritos por el médico durante la consulta y así evitar posteriores complicaciones que pongan en riesgo la salud.

En esta temporada, al estar expuestos a cambios bruscos de temperatura o consumir alimentos contaminados, los niños están propensos a padecer algún tipo de infección que pueda provocar la fiebre.

La fiebre, también conocida como calentura o hipertermia, se manifiesta como un incremento de la temperatura corporal por encima de los límites normales que, por lo general, son de alrededor de 37 grados centígrados.

María de Lourdes Carranza Bernal, jefa de servicios de Prestaciones Médicas, indicó que hay varias formas de tomar la temperatura: bajo el brazo, en la boca, en el oído o en el recto. Lo importante es saber que algo no está bien cuando bajo el brazo es superior a los 37.5 grados centígrados.

Señaló que es normal que la temperatura cambie a lo largo del día, puesto que sube por las tardes y se puede alterar si los niños corren, juegan, lloran mucho o están demasiado arropados, pero ésta no es fiebre de verdad. La fiebre real se acompaña de otros síntomas que indican que algo anormal está pasando.

Las infecciones por virus o bacterias son la causa más común de fiebre en los niños. Cuando el cuerpo detecta estos microorganismos como elementos extraños, las células del sistema de defensa liberan unas sustancias que generan calor para combatirlos.

Entre los padecimientos virales que la producen, se encuentran: la gripe, el resfriado común, la hepatitis y las enfermedades como el sarampión, la rubéola y la varicela. Entre las enfermedades bacterianas que pueden desatar la fiebre están la meningitis bacteriana, neumonía, infecciones de la piel, de oído, de las amígdalas y de orina, e incluso puede ser el primer síntoma de la fiebre tifoidea.

Hay enfermedades no infecciosas cuya principal manifestación puede ser la fiebre, como el cáncer, la artritis reumatoide, la fiebre reumática y el lupus eritematoso sistémico.

Para saber con exactitud si el infante tiene fiebre hay que usar un termómetro de mercurio o electrónico. En general, en los bebés de menos de tres meses se recomienda tomarla en el recto; hasta los cuatro años, bajo el brazo o en el recto, y en los mayores, en la boca bajo la lengua, o bajo el brazo.

Por miedo a las convulsiones, los padres suelen querer iniciar de inmediato a dar medicamentos; sin embargo en la mayoría de los casos no se presentan convulsiones. El peligro no está en la fiebre, sino en lo que la ocasiona, así que es necesario investigar la causa para evitar el riesgo, indicaron especialistas del IMSS.

Señalan que  el temido daño cerebral a causa de la fiebre no suele ocurrir a menos que un niño presente una temperatura de 42 grados centígrados por un largo periodo. El porcentaje de niños que llegan a convulsionar por fiebre elevada es de aproximadamente cuatro por ciento.

Enfatizó que se debe tener en cuenta que los antibióticos no bajan la fiebre y que sólo el médico debe prescribirlos, luego de detectar la causa del aumento de la temperatura.

El IMSS Guerrero recomienda a sus derechohabientes: si se trata de un bebé menor a tres meses quien presenta  fiebre -más de 38.5 % C-, rechaza el alimento o tiene incapacidad para beber, llora todo el tiempo o es difícil mantenerlo despierto, y además hay vómito continuo o diarrea persistente,  ardor o mayor frecuencia al orinar o se trata de una fiebre, aunque sea  leve, pero dura más de tres días, es necesario acudir inmediatamente al servicio de Urgencias de la Unidad de Medicina Familiar más cercana para su atención.

Respecto al tema, el delegado estatal, José Luis Ávila Sánchez hizo un llamado a la población para estar alerta ante las señales de enfermedad en los infantes y así evitar complicaciones de la salud, asimismo exhortó a los padres a no utilizar remedios caseros que pongan en peligro la vida.