• Militantes, simpatizantes y agoreros, al fondo del hoyo
• Toda una región arrebatada
ZONA ORIENTE, Méx.- La coalición MORENA, PES, PT, por fin resolvió su controversia y se afincó como una alianza que contenderá “unida” la elección del 1° de julio este año.
Sin embargo, la nota principal y que nos interesa a los que habitan la región de los volcanes en la entidad mexiquense es ¿cómo fue a parar a manos de un partido al borde de la desaparición y pérdida del registro, la decisión de quién encabezará dicha coalición en las posiciones a diputados federales y presidentes municipales de esta zona?
Para empezar MORENA se muestra sólo como un movimiento, pero no como un partido, hay una sola voluntad que es la que se expresa y esa es la de su dirigente máximo, moldeada en las distintas regiones por sus operadores de medio pelo que hacen lo que sea con tal de que se cumpla la orden, incluso violar sus propios reglamentos internos, la ley y lo que estorbe.
La alianza resultó mortal para quienes trabajaron en favor de que MORENA se constituyera como una alternativa política que permitiera enfrentar los cacicazgos locales y constituir una verdadera fuerza ciudadana que llevara a posiciones políticas a personajes de valía.
La simpleza con la que el partido de AMLO se quitó de encima el problema organizacional (para su cúpula), fue la repartición de los porcentajes de candidaturas, siendo los municipios clave por peso electoral (cabeceras de distrito), quienes sufrieron la consecuencia en su militancia misma.
Chalco, Ixtapaluca y Valle de Chalco, junto con los otros 11 municipios de la región de los volcanes, están constituidos por casi tres millones de personas, una zona en donde se define gran parte de las elecciones del Estado de México; así que cuando se supo que las candidaturas de Chalco, Amecameca, Tlalmanalco y otros más quedaban en manos del Partido Encuentro Social (PES), se produjo una resonancia política que impactó sobremanera a quienes pensaban que MORENA era una fuerza pujante en esos lugares, generando desencanto, desilusión, frustración y enojo en muchos casos.
Vicente Onofre jugó sus cartas de tal modo que para él y los suyos, las cosas están de maravilla, no así para las fuerzas que iban por el lado de MORENA, quienes ahora prácticamente tendrán que verles la cara a los personajes ungidos que ya actúan como iniciados por ser los designados como aspirantes en el proceso electoral.
¿Qué futuro tiene ésta alianza?
Para empezar son buenas noticias sobre todo para el frente que conforman PRD, PAN y MC, pues aunque pesar de la maña con que éstos construyeron sus plataformas políticas encomendando las candidaturas a sus relaciones parentales, lo cierto es que son un grupo que tiene recursos económicos y sobreviven de los errores de los demás y ésta no es la excepción, por lo que sus filas y aspiraciones diversas, se pueden ver beneficiadas con la posible desbandada de simpatizantes y operadores que MORENA prácticamente expulsó de sus filas al dejarlos en pleno abandono, sin cobijo y sin esperanza de participar plenamente en el proceso electoral.
Para el caso de MORENA Ixtapaluca, dejar que una candidata desconocida y sin desarrollo político como lo es Areli Estrada Gallardo -quien es apadrinada por Daniel Serrano Palacios del grupo de “Los Puros”-, enfrente a una maquinaria política y electoral como lo es Antorcha popular (que tiene además como candidata a su mejor referente), sólo se explica a través del lente de una negociación que trasciende las fronteras municipales. Así muestra ser MORENA.
“Palo dado ni Dios lo quita...” dice el refrán, habrá que ver a quien le duele más ese palazo tan infame, pero lo más importante es conocer cómo va a afectar de manera real la decisión de los ciudadanos que optaban por MORENA como una opción política en lo local. Una cosa AMLO y otra que impongan a candidatos que nada tienen que ver con la ideología de un partido de izquierda ni de cerca…
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