* El presidente de Coparmex-CDMX anticipa una ruta larga de cabildeo ante gobiernos federal y local, sin embargo augura que la discusión “no se volverá a dormir en los escritorios”
El presidente de Coparmex-CDMX, Jesús Padilla Zenteno, aseguró que la crisis ambiental que enfrentó la Ciudad de México a principios de este año reactivó la discusión sobre el uso de gas natural y energías alternativas para contrarrestar la utilización de combustibles altamente contaminantes como la gasolina, y esta discusión no se volverá a dormir en los escritorios de los servidores públicos.
Entrevistado luego de su participación en el seminario internacional, “el Gas Natural en Automóviles: una Alternativa para la Calidad del Aire en México”, el líder empresarial apuntó que ante los altos niveles de contaminación que enfrenta la Ciudad de México, la incorporación de nuevos combustibles es un paso obligado para que esta metrópoli dé el paso definitorio entre ser una urbe global o se quede estancada en las contingencias.
“El uso de gas natural debería ser una de las alternativas mayoritarias para el transporte. Sus beneficios son innegables: 90% de reducción de partículas nocivas para la salud, 50% de ahorro en gasolina o diésel, 200 toneladas menos de contaminantes si se le compara contra un bus a diésel”, afirmó Padilla Zenteno tras apuntar que es la ausencia de definición de políticas públicas lo que tiene detenida la instalación de redes de gas natural no sólo en la Ciudad de México sino en toda la República.
En compañía de Martí Sola, director General de la Fundación Gas Natural Fenosa y Ángel Lárraga, presidente de dicha institución, Jesús Padilla explicó que ante la falta de definición política los empresarios del sector deben ir tocando puertas y enfrentando la inquietud y demandas naturales de los vecinos cercanos a estas instalaciones; no obstante, estimó que la crisis ambiental de la capital abrió un espacio de discusión serio, que no se volverá a cerrar.
El empresario transportista señaló que si bien ya existen vehículos híbridos a gasolina y diésel, es la falta de infraestructura lo que tiene detenida la transformación del transporte, situación que se repetirá con la incorporación de vehículos a gas natural.
Ante este panorama anticipó que hace falta un largo camino de cabildeo ante los gobiernos Federal y local para que se desarrolle la política pública que permita la creación de infraestructura suficiente para alcanzar la renovación vehicular, comenzando por el transporte gubernamental para que posteriormente se integren los usuarios particulares.
“Una ciudad de clase mundial no puede vivir paralizada por las contingencias ambientales. La ciudad necesita combustibles menos contaminantes y más eficientes”, afirmó Padilla Zenteno y reconoció como un avance importante que el gobierno de la Ciudad de México decidiera convertir a gas natural todos sus vehículos.
El dirigente de Coparmex-CDMX apuntó que trasladar los 5 mil vehículos de la flotilla gubernamental a gas natural será un buen mensaje que abrirá pauta para que los vehículos particulares puedan seguir la misma lógica y precisó que en el corto plazo se espera la sustitución de 3 mil microbuses por mil autobuses a gas, lo que tendrá un efecto positivo sobre la calidad del aire en la ciudad.
A su vez, Martí Solá, presidente de Fenosa, coincidió en la necesidad de incorporar políticas públicas para que el desarrollo del Gas Natural Vehicular sea un caso de éxito y pueda llegar a distintas partes de la República. Como parte del plan de expansión de Fenosa, Solá explicó que actualmente existen 17 estaciones de servicio y durante este año pondrán en marcha un programa piloto con PEMEX para implementar 10 estaciones duales en diferentes regiones del país.
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