*Para Armando Zúñiga Salinas, presidente del CE, lo importante es garantizar una mejor salud de la población infantil y juvenil, así como de las empresas y los empleos que éstas generan.
Ciudad de México, a 4 de septiembre de 2020., Frente a las iniciativas en el Congreso de la Ciudad de México para prohibir los productos con alto contenido calórico y/o bebidas azucaradas, la COPARMEX CDMX se pronunció porque sólo una política pública consensuada entre los diferentes actores económicos, políticos y sociales podría ofrecernos acuerdos mediante los cuales cada sector ponga su mejor esfuerzo para garantizar una mejor salud de la población infantil y juvenil, así como de las empresas.
En la reunión virtual que el G9 (representantes de diversas cúpulas empresariales en la Ciudad de México) tuvo con el secretario de Gobierno Alfonso Suárez del Real para revisar las iniciativas, Armando Zúñiga Salinas, presidente del Centro Empresarial en la capital del país convocó a avanzar de manera concreta y en unidad, en una propuesta “que nos permita solucionar el tema de fondo” para la CDMX.
Para lograrlo, propuso crear un grupo de trabajo interdisciplinario, capaz y profesional, con la presencia de especialistas y representantes de las prestigiosas universidades de nuestra Capital, para generar una estrategia sólida, técnica, con visión y metas de futuro.
El dirigente del sindicato empresarial observó al representante gubernamental que, “al margen de criterios ideológicos o partidistas, nos permita alcanzar una política pública que efectivamente promueva, con rigor, una mejor alimentación de la Ciudad, baje los índices de obesidad y atienda la realidad multifactorial del problema”.
De aprobarse las medidas propuestas en el Congreso de la Ciudad de México sin ningún tipo de estudio previo, donde cada sector haga su mejor esfuerzo para actuar con responsabilidad social, sólo “provocaría un daño irreversible a las cadenas de valor, perjudicando principalmente a los sectores que viven del comercio”.
Pero, sobre todo, expresó Zúñiga Salinas, esta situación, le vendría como "anillo al dedo" a la economía informal y también a la ilegal, porque “se generaría un tráfico de alimentos del cual, el Gobierno no solamente carecería de control, sino que tampoco vería un solo centavo por concepto de impuestos”.
En el caso de la salud, para el dirigente empresarial “estas iniciativas son discrecionales y discriminatorias pues focalizan el problema del sobrepeso y la obesidad al consumo de determinados productos y deja de considerar los múltiples factores de la problemática, sin comprometer a la autoridad y los recursos disponibles que tiene para la ejecución de una estrategia integral que abarque los beneficios de tener una alimentación balanceada y combatir el sedentarismo”.
Y en el ámbito económico “atacan directamente a las empresas y a los empleos formales que éstas generan, dejando fuera al sector informal que ofrece alimentos de alto contenido calórico y que, aún en la ilegalidad, en muchos casos son tolerados y hasta promovidos por las autoridades, particularmente en las Alcaldías de nuestra Ciudad Capital”.
El representante de los empresarios y emprendedores de COPARMEX, expresó a Suárez del Real que el Gobierno de la Ciudad de México “cuenta con el sector empresarial de la Capital para avanzar en una ruta como las que aquí se han propuesto, todas comprometidas con el mayor bienestar para los capitalinos y nuestra Ciudad”.
En la sesión participaron algunos diputados integrantes del Congreso de la CDMX, quienes mostraron gran apertura hacia las inquietudes expresadas por los representantes de la iniciativa privada de la capital del país.
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