* Denuncian que en esta administración ya les metieron dos placas irregulares que se suman a dos anteriores, mientras los colaboradores de Lajous Loaeza simulan que tomarán cartas en el asunto
Ciudad de México, a 6 de julio de 2020.- Concesionarios de la Ruta 87 del transporte público de la Ciudad de México denuncian que la corrupción y la simulación continúan dentro de la estructura de la Secretaría de Movilidad y que su combate son únicamente un discurso gubernamental sin sustento en acciones reales, ya que en los últimos dos años han incorporado de forma ilegal al Sistema de Control Vehicular dos placas, con las que suman cuatro que afectan a dicha ruta y que incluso circulan sin láminas, sólo con permisos.
Jaime Sánchez, secretario general de los concesionarios de Ruta 87 denunció que el 23 de enero pasado dirigieron un oficio al secretario de la SEMOVI, Andrés Lajous Loaeza, donde le informan que “irregularmente y por medio de la corrupción han ingresado a nuestra ruta varias concesiones pirata y subidas al sistema (base de datos) de manera ilegal por la secretaría que usted representa, bajo la corrupción en administraciones pasadas y lo más preocupante es que en su administración ingresaron las placas pirata 0870107 y 0870108, anexándose a las 0870105 y 0870106” que ya circulaban, sin que al momento las sacaran de circulación.
El oficio agrega que los ingresos realizados el año pasado y este “nos parecen una burla a nuestra organización y sobre todo a la secretaría que usted representa” porque luego de varias reuniones, hubo un operativo del INVEA y las unidades con las dos placas irregulares sólo fueron remitidas al corralón por la falta de licencia de los conductores, pero no por circular de forma ilegal porque carecen de todo respaldo.
En su oficio del 23 de enero los concesionarios de la Ruta 87 solicitaron a Lajous Loaeza que saque de circulación de forma definitiva esas placas notoriamente piratas, y que las quisieron integrar al Sistema de Control Vehicular desde 2010, “por presentar títulos de concesión y documentación totalmente apócrifos (…) y tome cartas en el asunto con las personas que se prestan a la corrupción de su secretaría, asignadas al sistema con el cual manipulan el padrón vehicular”.
Jaime Sánchez afirma que la circulación de unidades con estas placas son un peligro para la ruta 87, por lo que de manera muy firme se deslindan de las daños y perjuicios que los portadores de estas placas y/o permisos cometan en el futuro.
“No nos hacemos responsables por alguna situación que pueda pasar porque la autoridad no toma cartas en el asunto y no las saca de circulación. Las autoridades ya dieron el fallo de que las placas no tienen un registro, de que las placas son piratas, ero siguen circulando, lo cual representa un peligro”.
Esta situación se parece mucho a la simulación de funcionarios de gobiernos anteriores, expresó Jaime Sánchez, porque el problema es del conocimiento de Lajous Loaeza, y también de varios de sus colaboradores como el Subsecretario del Transporte, Brando Alan Flores Pérez; del Director de Operación y Licencias de Transporte de Ruta y Especializado, Edgar Doroteo García; y el Subdirector de Control de los Centros de Revista Vehicular, Juventino Hernández Martínez, quienes únicamente les dan la promesa de que tomarán cartas en el asunto.
Y lo más grave, advierte Jaime Sánchez, es que, ante el actual programa de regularización vehicular emprendido por la Secretaría de Movilidad, “existe el riesgo de que nos quieran meter esas placas y hacer válido lo que ha sido irregular desde hace mucho tiempo”.
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