LECTURA POLÍTICA
A Rubén Figueroa Smutny, le encanta atizar la polémica. Pero las tecnologías de la información le han ayudado a prescindir de los medios de comunicación en forma directa. Y utiliza el internet y las llamadas redes sociales, para dictar sus posturas. Concretamente, su página personal en Facebook.Desde ahí “defiende al PRI” y arremete contra todos los adversarios de su grupo político. Aquellos que de pronto, se convierten en amenazas para sus intereses. Lo hizo con el actual gobernador Ángel Aguirre, a quien no bajó de traidor. Lo hace hoy con sus otrora aliados en el proyecto por el gobierno estatal: los alcaldes Manuel Añorve y Héctor Astudillo, de Acapulco y Chilpancingo respectivamente.
No hace falta moverse de su lugar y presentarse en una conferencia de prensa.
Todo lo hace desde la comodidad de su oficina o casa. Es en otras palabras, la política de la web. Inaugurada por un personaje que en los hechos, no ha demostrado el talante político necesario en estos tiempos de alta competencia electoral. Ni encuentra otra fórmula para posicionar a su grupo en la actual coyuntura de la elección concurrente, que la denostación y el ataque sistemáticos.
LA RUPTURA CON AÑORVE-ASTUDILLO.- El ex diputado federal está desatado. Evalúa que debe dar la pelea por el escaño senatorial tricolor. Por eso incrementó en los últimos días, sus ataques contra dos personajes en concreto: Manuel Añorve, Héctor Astudillo. Hasta el dirigente estatal del PRI, Efrén Leyva Acevedo.
Y es que los indicadores políticos parecen incontrovertibles: el PRI de Peña Nieto estaría en la senda de excluir progresivamente a los rudos de ese partido. Y abrirles cancha a los técnicos. Figueroa Smutny va por la pelea del primer lugar en el escaño senatorial que ya perdió en la negociación política tricolor antes de la elección federal de 2006, frente al actual gobernador Ángel Aguirre.
Y hoy no quiere ir por debajo del ex gobernador René Juárez, la diputada federal Claudia Ruiz Salinas, ni mucho menos de Manuel Añorve o Héctor Astudillo. Por eso en su página de Facebook, la queja es reiterativa: “Ahora resulta que el PRI en guerrero (sic) premia al fracaso electoral y hay que perder elecciones para obtener posiciones”.
En esa misma vertiente, el pasado sábado por la mañana, Figueroa Smutny retó a Héctor Astudillo y Manuel Añorve, a medirse los tres en un distrito electoral federal: Añorve por Acapulco, Astudillo por Chilpancingo y él por Iguala. “Que la gente decida si premia o castiga el fracaso electoral. ¿O da miedo?” Desde donde se le vea, el grupo Figueroa tiene contemplada al parecer, una ruptura política definitiva con ambos ediles.
Porque si Astudillo los chantajeó con sus votos de la elección de gobernador en 2005 y Añorve siguió su ejemplo en 2011, esta vez las pistas indican que no habrá ningún tipo de contemplaciones. Porque el factor tiempo se le esfuma a ese grupo político.
De ahí los reproches y necesarios deslindes políticos operados por el hijo del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer. Uno es emblemático: aquel donde acusa al edil de Acapulco, Manuel Añorve, de quedarse con millonarios fondos financieros de la campaña tricolor en la elección de gobernador. “Nosotros apoyamos al candidato del pri (sic) si se roban el dinero de la campaña y pierden no es nuestro problema Añorve se quedo (sic) con mas (sic) de $100 millones de pesos que no se gastaron y se transformaron en casas en San Antonio y Acapulco.
En el actual gobierno van mas (sic) de 50,000 muertos y Acapulco es un desastre o tu (sic) crees que Acapulco hoy esta (sic) mejor que hace 3 años? (sic) Las cosas como son”. El único problema es que Figueroa Smutny no dijo eso antes del 30 de enero pasado. Ni delató la peligrosidad financiera de Añorve. Como sea, la disputa por el poder amenaza con polarizarse en el PRI. Porque los grupos de poder ahora sí están confrontados.
HOJEDAS DE PÁGINAS…El problema de la represión en Guerrero se asocia a dos cosas: se convierte en divisa para lucrar políticamente con los acontecimientos. Y tiene su origen en la cerrazón de la negociación. Cuando se agotan los caminos del diálogo y se amenaza con acciones radicales, como provocando e incitando deliberadamente a la violencia. Es algo que debe cambiar dentro de la cultura política autoritaria. La cual prevalece no solo en los gobiernos, sino en las otras partes involucradas en el conflicto de intereses. Ese es el punto.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Hay 337 invitados y ningún miembro en línea