Si bien he cierto que la iniciativa de 3 de 3,  se propuso con la intención de mejorar el desempeño de los servidores público, pero sobre todo transparentar el manejo de los recursos públicos, porque en repetidas ocasiones pasan de ser recursos públicos a ser recursos de algunos particulares y con ellos incrementar sus bienes, lo cual ha sido muy frecuente en México, es de todos conocidos que un servidor público con un cargo de relevancia, de la noche a la mañana surge como nuevo empresario, sin tener una comprobación legitima de esos ingresos económicos. 

Pero parece que esta iniciativa social se ha convertido en el primer ejercicio o prueba por superar de algunos actores políticos, pero no tiene riesgo alguno en caso de no ser superadas las expectativas de transparencia, pues no es una instancia gubernamental que tenga los procedimientos jurídicos o administrativos para auditar o investigar el procedimiento de algunos bienes. 

Andrés Manuel López Obrador afirma que solo gana cincuenta mil pesos al mes, puede ser verdad o no, pero la incógnita sería, cómo genera ingresos para poder viajar en diversas partes del país con frecuencia y no es exclusivo de este año, tiene más de una década haciendo campaña política teatral en la que utiliza una botarga de mártir, honesto y criticón, claro sin presentar alternativas de solución para los diversos problemas del país, sólo agitando el movimiento magisterial como ha sido su costumbre por años.

Vale la pena precisar que criticar, no es lo mismo que gobernar, para muestra un botón; Luis Waltón también hizo campaña de juzgador por un década, pero cuando la ciudadanía le dio la oportunidad de dirigir el destino del puerto de Acapulco y los recursos públicos, se llevaron la sorpresa y decepción que no pudo con esa responsabilidad, solo surgieron nuevos funcionarios de su gabinete que pasaron a serlos nuevos ricos en el puerto, mismos que anteriormente no tenían, ni empleo, ni casa e incluso algunos ni profesión, pero en los primeros meses de su administración se convirtieron en las nuevas elites económicas de este destino turístico. 

Ahora resulta que López Obrador tiene un menor salario que Nicolás Mollinedo Bastar (Nico), ex chofer del líder nacional de Morena, quién su jefe López Obrador en su momento le daba un salario de $ 62 mil 997 pesos mensuales. Salario que ni un maestro o médico tiene. 

Será entonces que el cubre los gastos de viajes y demás del expresidente legítimo, es el profesor René Juvenal Bejarano Martínez que en 2014 ostentaba el cargo de coordinador del PRD en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), recibiendo alta suma de dinero del empresario argentino naturalizado mexicano Carlos Ahumada, bautizado desde esa fecha como el Señor de las Ligas, mismo que fue notificado y trasladado al Reclusorio Sur el 10 de noviembre de 2004, este hombre es uno de los más cercanos a López Obrador. 

Ser de izquierda es, optar por los pobres, indignarse ante la exclusión social, inconformarse con toda forma de injusticia o, como decía Bobbio, considerar una aberración la desigualdad social. Pero siendo congruente con los actos de austeridad y optimización de los recursos públicos, no siendo oportunista, mártir y populista con el único interés de politizar los  asuntos, sino tener alternativas de solución para el bien común. 

Es evidente que no es el único que trata de engañar con la supuesta transparencia de sus bienes, existen en todos los partidos políticos, pero también he cierto que no se puede generalizar. 

La sociedad exige mejor transparencia en el manejo de los recursos públicos, si realmente vociferan ser honestos presentando sus 3 de 3, lo mejor sería que cada ayuntamiento y estados, constituyan una contraloría social, que permita conocer costos, pagos, facturas, licitaciones, adquisiciones y demás datos relevantes para el manejo honesto de las finanzas.  

Es lamentable y ofensivo que en cortos meses surgen nuevos ricos a costa del erario público. 

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