LECTURA POLÍTICA
Lo que el PRI estaría jugando para la elección del 2012 se traduce en lo evidente: la posibilidad real de perder por primera vez en su historia, su principal bastión electoral: la zona centro. De hecho, en las dos últimas elecciones de gobernador –la del 2005 y 2011-, los tricolores han sufrido sendas derrotas en los distritos locales 1 y 15. Pero la oposición perredista no ha logrado cercenarle ninguna de las otras cuatro: las dos diputaciones locales, la federal y la presidencia municipal.
Sin embargo, los priístas enfrentan en la actual coyuntura, el riesgo latente de perder la mitad de ellas. Si no es que todas. Habría que pulsar la radiografía.
LOS ANTICIPOS DE LAS DERROTAS.- Para la alcaldía de Chilpancingo las cosas parecen despejadas: el diputado local Jorge Salgado Parra, estaría en la frecuencia de buscar la candidatura tricolor a la comuna. Pero los grupos más fuertes del PRI van a cerrar filas para no dejarlo pasar.
Y entonces se abrirían en automático las puertas del PRD a fin de convertirlo en su candidato. Y también la posibilidad real de que Héctor Astudillo, ceda el gobierno municipal tricolor al PRD llevando a Jorge como candidato.
Porque el PRI no tiene un cuadro lo suficientemente fortalecido en términos electorales, como para retener la comuna teniendo como adversario a Salgado Parra. Eso no es todo: en el distrito federal 7 –que está actualmente bajo gestión de Mario Moreno Arcos-, el PRD tendría proyectado enviar a la competencia al subsecretario de Finanzas de la SEG, Ricardo Moreno Arcos, hermano de Mario. Se entiende que, con el apoyo de la actual estructura de éste último, le dejaría sembrado el terreno a su consanguíneo a fin de asegurar el triunfo en dicho distrito.
En este escenario, el PRD se encaminaría a quitarle dos espacios importantes al PRI de la zona centro. Y las diputaciones locales de los distritos 1 y 15 –hoy 1 y 2 con la nueva redistritación- proyectarían una fuerte disputa electoral. Porque ahí, podría ir a la competencia el ex candidato a la alcaldía de Chilpancingo, Alejandro Mendoza Pastrana –quien tratará de cobrar facturas al actual edil Héctor Astudillo por la derrota de 2008- y eventualmente el senador suplente Julio César Aguirre Méndez, quien pese a no tener presencia ni trabajo político en la zona centro, podría dar una batalla cerrada con el apoyo del secretario de salud, Lázaro Mazón Alonso.
A todo lo anterior se suma el deficiente trabajo del edil Héctor Astudillo, quien se ha dedicado más a pelear con el gobernador Ángel Aguirre y a explotar la coyuntura con sus declaraciones en casi todos los temas de la agenda pública, que a desarrollar estrategias rentables en materia de políticas públicas, a fin de darle brillo, soporte y fuerza a su administración. Pero sobre todo, certidumbre y seguridad a los próximos candidatos priístas que disputarán dichos espacios de representación popular.
El propio Astudillo no está seguro de ganar una elección en urnas si decide lanzarse a buscar una diputación local o la federal. Por eso ha manejado la idea de ir al Congreso local, pero por la vía de la representación proporcional. Sabe y evalúa sobre su excesivo desgaste ante el electorado. Y una derrota más sobre sus hombros, equivaldría cerrar en definitiva su ciclo político. Sobre todo ahora que comienzan a surgir voces en el PRI orientadas a impulsar el relevo generacional. El edil priísta parece decidido a no correr ese riesgo. Para mantenerse activo en las lides políticas tricolores, Astudillo precisa huir de las urnas. O les dejará todo el pastel a Manuel Añorve, Efrén Leyva y Rubén Figueroa. Como sea, el PRI podría perder esta vez, una gran parte de su territorio en la zona centro. De eso ya no hay ninguna duda.
HOJEADAS DE PÁGINAS…El festejo del 2 de octubre se ha desvirtuado hasta ubicarse en el vandalismo. Así, jóvenes sin ideología, sin memoria y sin la más mínima idea de esa lucha, se encargaron de saquear comercios y destruir aparadores en Chilpancingo. Ya lo habían hecho en otros años. Lo peor es que la autoridad municipal no tomó las medidas pertinentes para evitarlo. Otra raya más contra Astudillo…Marisela Ruiz Massieu, hermana del ex gobernador José Francisco, admitió que a su hermano lo asesino el sistema, no el PRI. ¿Acaso no representaba al sistema el PRI, en ese momento histórico? Obvio: la familia Ruiz Massieu necesita al PRI para seguir en el poder. Por eso defiende todas sus atrocidades del pasado.
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