ACAPULCO, SIN GOBIERNO.
No cabe la menor duda: Al perredista Evodio Velázquez Aguirre, le quedó muy grande la alcaldía de Acapulco, pero además tiene un equipo de trabajo gris e ineficiente, que ocupan cargos por negociación política de las tribus perredianas. La pura mediocridad.
Además de la violencia con resultados sangrientos todos los días, el puerto –fuera de la Costera- es un verdadero cochinero: basura por todos lados, baches, luminarias apagadas por las noches, asaltos, pésima vialidad, taxis y camiones destartalados. Acapulco aparece como la ciudad más violenta de todo México.
Evodio, empezó muy mal su gestión como alcalde, atacando a su antecesor –Luis Walton- para justificar su ineptitud. Su equipo de trabajo está conformado por puros grillos corruptos y radicales, buenos para la movilización y el vandalismo, y muy malos para la gobernanza y la aplicación de políticas públicas en bien de la población de más de un millón de habitantes del puerto.
Sin embargo, el novato alcalde acapulqueño solo piensa en utilizar el cargo para catapultarse para los siguientes escenarios: Buscar la senaduría en el 2018 y/o reelegirse como presidente municipal para después lanzarse como candidato a gobernador en el 2021. Soñar no cuesta nada.
Lo que debería hacer Evodio, es ponerse a trabajar en serio, resolviendo los múltiples problemas del puerto. Su séquito de lambiscones y aduladores, lo mal asesoran; pero además, no sabe gobernar, no se preparó con antelación para ello.
Pero hay algo más: dentro del ayuntamiento se construye una cafería con presupuesto de la comuna, pero el “impoluto” Secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, Ignacio Villalba Bravo, dice “no tener conocimiento, porque no me he percatado de esa obra”. ¿De cuánto es la inversión? ¿Para quién será la concesión de la cafetería?
Al funcionario municipal –Ignacio Villalba- tampoco le importa que se construya una tienda Oxxo en pleno malecón de Acapulco, pues dice que tampoco ha visto tal obra. Entonces ese arquitecto padece de ceguera y deben correrlo del cargo, porque pone en riesgo la obra pública municipal de Acapulco.
CONGRESO: TERMINA PRIMER PERIODO.
Un verdadero trabajo profesional y extenuante es el que han venido desarrollando los 46 diputados locales a la 61 Legislatura de Guerrero, que este día concluye trabajos del primer periodo ordinario de sesiones, que arrancó el 13 de septiembre del pasado año.
Un buen número de iniciativas de ley han sido aprobadas por unanimidad o mayoría; un significativo número de decretos también han sido aprobados por consenso, y se han reformado leyes, se han lanzado exhortos no sólo al gobernador Héctor Astudillo Flores, sino al presidente Enrique Peña Nieto. Todo, para beneficio de la población guerrerense y en general mexicana.
El Congreso Local, bajo la directriz de la diputada Presidenta de la Comisión de Gobierno, Flor Añorve Ocampo, no sólo le sirve al pueblo de Guerrero sino que coadyuva para la gobernabilidad en la entidad. Es, el Congreso, caja de resonancia del pueblo de Guerrero, que escucha, gestiona y resuelve innumerables conflictos o evita que estallen éstos. Esta es la realidad.
Durante la sesión de ayer, el pleno dio entrada a un escrito-demanda de los padres de los 42 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos, que fue leído públicamente y aprobado sin objeciones.
La mayoría de los 46 diputados están de acuerdo con el mando único de la policía en todo Guerrero, de acuerdo con las propuestas de los diputados Héctor Vicario Castrejón del PRI y Ricardo Mejía Berdeja del MC. El PRD, hace fintas como que se opone, pero finalmente cederá ante la mayoría.
El diputado del PVEM, Eduardo Cueva Ruiz, exhortó a la SCT y al presidente Enrique Peña Nieto para que rebajen las tarifas al peaje de la Autopista del Sol, para que el turismo siga visitando Acapulco y otros sitios turísticos.
Y para que corroboren que en el Congreso hay democracia, se le dio entrada a una propuesta de la diputada radical de Morena, María de Jesús Cisneros Martínez, quien exhorta al presidente peña Nieto, para que ponga a la venta su lujoso y nuevo avión Boeing 787 –dice que vale 20 mil millones de pesos-, y que esa “lana” ($) sea invertida en programas sociales “para combatir el hambre y la pobreza en Guerrero”. Doña “Chucha”, no quiere que Peña Nieto estrene aeronave. Qué envidiosa… Punto.
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