Lectura Política
De plano, muchas dependencias públicas estatales atraviesan por una profunda crisis en materia de rendimiento y resultados. Han dejado crecer los problemas hasta el punto del estallamiento. Al no poder involucrarse en la solución de ellos, es obvio que tarde o temprano llegan a tocar las puertas de Casa Guerrero.Pero hay una razón de fondo que explica en gran medida, el acumulamiento de las indolencias: los funcionarios que las encabezan tomaron el encargo transitoriamente. Es decir; mientras se aproximaba la siguiente parada política que, por su naturaleza, no requiere el más mínimo esfuerzo mental e intelectual para asumirla: una senaduría, diputación local y federal o una presidencia municipal. En estas posiciones de poder, el dinero se gana en abundancia y cómodamente. Sin tantas turbulencias y aspavientos. Por eso las crisis de diferente índole, se le han acumulado en las últimas semanas al gobernador Ángel Aguirre. Es cuestión de pulsar el mapa de las ambiciones desenfrenadas de algunos de sus flamantes funcionarios.
SEDESOL: SECRETARÍA ACÉFALA.- Desde hace ya varias semanas, el secretario de Desarrollo Social, David Jiménez Rumbo, no despacha en la dependencia. Porque su movilidad política se encuentra enfocada en la disputa por la candidatura perredista a la alcaldía de Acapulco. Gracias a esta situación el palacio de gobierno comienza a saturarse de grupos sociales vulnerables e inconformes, que demandan atención inmediata. Pero no existen interlocutores que atiendan y desactiven el conflicto. Al final, las presiones las recibe el secretario general de gobierno, Humberto Salgado Gómez. Y este las transfiere directamente al gobernador Aguirre. En cierto modo, la dependencia le está sirviendo a Jiménez Rumbo para fortalecer sus individuales intereses de poder. De peldaño para alcanzar el siguiente objetivo de poder. No para servir al común de los guerrerenses. Lo anterior se traduce desde luego, en claro déficit en la prestación de servicios públicos de calidad. Y en la consecuente afectación al propio mandatario estatal. No me ayudes compadre.
COBACH: AUTORITARISMO.- Desde el pasado 25 de agosto, las oficinas centrales del Colegio de Bachilleres en el estado se encuentran tomadas por integrantes de la sección 36 de uno de los cuatro sindicatos que conviven a interior de dicho instituto educativo. Exigen homologación salarial, recategorizaciones y basificaciones. Su titular Reyna Jaimes Domínguez, no ha podido darle un cauce satisfactorio al conflicto que aún permanece. Primero, se sometió a una intervención quirúrgica que le impidió actuar. Luego, no logró la sintonía con los inconformes. La ex regidora perredista igualteca, careció de la habilidad negociadora requerida para justificar su permanencia al frente de tan importante responsabilidad. Y en un arranque de autoritarismo e incompetencia para resolver el asunto, deslizó que pronto se iría de la dirección general de los Cobach. Buscaría la alcaldía de Iguala por el PRD. O ya en el río revuelto, una de las dos diputaciones locales de la zona norte. En otras palabras: que sea el siguiente director quien resuelva el conflicto. Y todos contentos y felices. Se entiende que, al igual que Jiménez Rumbo, está concentrada políticamente en desplegar trabajo político el municipio de Iguala. Pero sin que ninguno de los dos funcionarios lo advierta o no quieran hacerlo, son golpes que al final de cuentas absorbe el gobierno estatal.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Los Consejeros Electorales sienten que el piso se les mueve. Y no es para menos: las impugnaciones promovidas por el PT y algunos ciudadanos inconformes ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, podrían tumbar la ilegal prórroga aprobada por los también transgresores de la ley: los diputados locales de la 59 legislatura. Falta además, la aprobación de todos los presidentes municipales. Si los actuales Consejeros y Magistrados electorales ya se frotaban las manos, ansiosos de seguir disfrutando de sus jugosos salarios, el Trife podría cambiar de golpe, sus insanas proyecciones para el futuro…El deslinde del edil porteño, Manuel Añorve Baños, respecto del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, anticipa el tamaño de las rupturas que se incuban en el PRI. Sobre todo, porque son reales las intenciones del grupo Figueroa por quedarse con la senaduría. Y Añorve también quiere vender ante el electorado guerrerense, los más de 500 mil votos obtenidos en la pasada elección de gobernador, para quedarse con la misma candidatura. El que destrabará la incipiente pugna será Enrique Peña Nieto. O en su defecto, el coordinador de los senadores tricolores, Manlio Fabio Beltrones. El más hábil y astuto de los dos, para quedarse como candidato del PRI a la presidencia de México.
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