Por Jesús Lépez Ochoa
Es un buen ejemplo. Así lo reconoció Carlos Valdez el director del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) de nuestro querido México en entrevista con la periodista Denise Maerker.
Chile comparte con México el año 1985 como el inicio de la adopción de labores de prevención de desastres. Ese año los chilenos sufrieron un sismo de 8 grados y los mexicanos uno de 8.1 en escala de Richter. Allá se habló de 178 muertos y acá de una cifra oficial de 52 y la extraoficial de más de 10 mil.
El caso es que a 30 años de distancia la naturaleza volvió a poner a prueba a Chile con un evento de 8.4 grados, mayor al de 1985, en el que a varios días de distancia la cifra fatal es de 13 personas fallecidas.
Un paisano acapulqueño que vive en Viña del Mar me contó sorprendido como el gobierno chileno y no la aplicación Sky Alert o cualquier otra, envió segundos después directo a los teléfonos celulares una alerta de tsunami que los ciudadanos acataron en completo orden, y cómo por la misma vía les avisó que ya podían bajar de las partes altas a donde se dirigieron su gritar, correr o empujar.
El gobierno chileno no deja a la suerte que los ciudadanos bajen alguna aplicación. Proporciona y controla la propia como estrategia preventiva. ¿Cuánto le puede costar al gobierno mexicano que es dueño de las telecomunicaciones?
Para saber qué hace bien Chile y qué hace mal México, basta husmear en sus páginas oficiales. En la página del gobierno de Chile es fácilmente localizable una liga al Ministerio del Interior donde se encuentran en la portada las ligas que contienen las rutas de evacuación de cada localidad.
En México en las páginas de Presidencia y la Secretaría de Gobernación, lo único localizable son las fotos del ciudadano presidente y del secretario de Gobernación, así como los avisos del clima.
En la del Sistema Nacional de Protección Civil el Atlas de Riesgo no abre y en el tema de cultura de la prevención hay un archivo de cursos y talleres de cada estado de la República pero no información que le sirva al ciudadano para saber qué hacer en caso de sismo, huracanes o tsunamis.
Los ciudadanos también hemos sido apáticos, no exigimos esa información y tampoco participamos como se vio en el macrosimulacro del sábado pasado que tuvo una pobre participación. Gracias a Dios, la naturaleza no nos ha vuelto a poner a prueba.
Para los chilenos toda la información y herramientas preventivas de su gobierno, y Chile para los mexicanos… es un gran ejemplo. Claro que sí.
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