Visto de fondo, el problema del PRD no se reduce exclusivamente a la crisis política generada a raíz de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, sino a un factor relacionado con la pérdida de plusvalía en su propia oferta electoral. Y en consecuencia, a las pocas probabilidades para retener el poder estatal, municipal y legislativo rumbo a la elección del 7 de junio de 2015. La actual crisis sacudió con fuerza a la izquierda toda. Exhibió sus grados de fetidez y podredumbre. Lo vulnerable que se percibe frente a la penetración de la delincuencia organizada. Y la ubicó en una espiral regresiva. La mayoría de sus aspirantes a gobernador quedaron descabezados. Hay que ubicar nombres y razones.
PRD: ¿DERROTA ELECTORAL ANTICIPADA?- De la denuncia del autoritarismo, la corrupción, los excesos y la impunidad en el sistema político priísta, el PRD pasó a ser acusado exactamente de lo mismo. Y ese proceso aunque lento, fue progresivo y sistemático. Las tribus llegaron hasta el extremo de permitirlo todo. Hasta que la cuerda se reventó. Desde luego, lo anterior tiene sus costos. Se miden así: 1.- Para la elección de gobernador del 7 de junio de 2015, el PRD se quedó sin prospecto real para la competencia. Pero sobre todo, con un perfil ganador. A la cabeza de las encuestas aparecía el senador y dirigente de la tribu Grupo Jaguar (GJ), Armando Ríos Piter. Pero los potentes flamazos de Iguala, lo alcanzaron a chamuscar notablemente. Amén de sus polémicas fotografías donde aparece con el ex edil prófugo, José Luis Abarca y su esposa. Y la impresión tomada años atrás con el narcotraficante preso en el penal del Altiplano, Rogaciano Alba Álvarez. De cara a la cercana elección de gobernador, esas amistades peligrosas pero sobre todo, los números en la estadística, ya no le ayudarán al senador Ríos en los próximos meses. Ni tendrá coartadas ni discursos que vender exitosamente, frente a los electores guerrerenses. Su declive es tangible. 2.- El aspirante a gobernador por la tribu Nueva Izquierda (NI), el diputado federal Sebastián de la Rosa Peláez, está en una ruta similar. Su cercanía con José Luis Abarca Velázquez, hace presumir que éste último pudo estar detrás del financiamiento a la campaña electoral por la curul federal en el distrito 8, que De la Rosa disputó en la elección de julio de 2012. Y por eso se entiende tanta vehemencia e interés por salir en su defensa cuando fue acusado por el crimen de Arturo Hernández Cardona en 2013; como hace un mes con la desaparición de los 43 normalistas. Si el gobernador Ángel Aguirre fue obligado a renunciar por esos hechos, ¿por qué la tribu NI o los chuchos se empeña en mantener activo dentro del PRD y sobre todo, permitirle operar políticamente al diputado de la Rosa? ¿No sería justo y “democrático” que también lo desaforaran, investigara la Siedo y lo expulsaran del PRD, tal como lo hicieron con el ex secretario de Salud, Lázaro Mazón? ¿Acaso pretenden seguir impulsando su loca carrera rumbo a la candidatura a gobernador? ¿En qué nivel de atraso mental evalúan los chuchos de NI a los guerrerenses, como para avalar tremendo disparate? ¿Ya le dieron la vuelta a la hoja y es borrón y cuenta nueva? Para hacerlo, tendrían primero, que presentar con vida a los 43 normalistas desaparecidos. Y no lo han hecho. 3.- El senador perredista, Sofio Ramírez Hernández, aparece tocado por las presiones de los normalistas y los miembros de la Ceteg. Reiteradamente lo han señalado de narcosenador. Pero es una maniobra distractora por ser Sofio, personaje muy cercano al ex gobernador Aguirre. Como sea, los artilugios de la campaña sucia le van a restar indudablemente, sendos puntajes en las encuestas. Y por supuesto, mermar sus posibilidades por convertirse en candidato a gobernador por el PRD. De no quedar, podría provocar un sisma político de dimensiones incalculables. Porque Los Amigos de Ángel Aguirre que lo apoyan, así como algunos miembros de la tribu Izquierda Progresista de Guerrero (IPG), podrían considerar su regreso al PRI. Lo cual sería nefasto para todas las tribus. Representaría literalmente, el tiro de gracia para ellas. 4.- La secretaria de Desarrollo Social, Beatriz Mojica Morga, se quedó con el deseo de llegar a Casa Guerrero. Pero esa frustración la convertirá en división. Es decir, al inscribirse a la pelea por la candidatura perredista a gobernador por anticipado, Beatriz mandó señales de ruptura, antes que de unidad al interior del PRD. Y tanto el senador Armando Ríos, el diputado Sebastián de la Rosa y el dirigente de la tribu Grupo Guerrero (GG), David Jiménez, la tendrán operando en contra. Porque estos tres personajes se encargaron de cerrarle el paso como gobernadora interina. Y así, el PRD va directo a la senda del fracaso electoral. No hay forma de revertir su profundo deterioro.
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