En un cuento de George Orwell, aquél autor de libros como la “Granja y 1984” y otras bellezas literarias, platica que había una vez un gobernante al que sus funcionarios, (habla de la Edad Media) le preparaban las porras, los escenarios, a la gente, los reclamos, las felicitaciones, hasta en pos de hacerle verídico aquello, una que otra protesta light montada, para que el gobernante pensara que vivía en democracia. Al gobernante, le barrían las calles, se las arreglaban, le peinaban y bañaban a la gente, la vestían bien. En fin, los escenarios, eran idílicos y el gobernante creía que su gente vivía bien, era feliz y hasta le agradecían sus bondades con regalos pomposos, que eran también arreglados por sus funcionarios.
La realidad era otra.
Pareciera que el gobierno estatal quiere mostrar al presidente de la República, Enrique Peña Nieto un escenario similar. Y parece que se la quiere creer.
Ayer, que el presidente Peña Nieto visitó por enésima ocasión a la capital del estado de Guerrero, Chilpancingo en pos de conocer de cerca los daños a la infraestructura social y al puente elevado, el gobierno del estado y sus funcionarios, montaron varios escenarios, para que el presidente de México, conozca otra realidad.
La gente bonita que hizo presencia en la zona comercial de los hospitales y la calle lateral del Huacapa, entre la gasolinera, Coopel y Waldos, fueron funcionarios de todas las dependencias de gobierno del estado de Guerrero. A la gente común y menos a los periodistas, los dejaron pasar.
Las calles aledañas, normalmente llenas de lodo desde la inundación, ayer desde temprano fueron barridas y lavadas.
Por momentos se ocultó la información de la llegada del presidente y sólo se empezó a deslizar su presencia, cuando ya se había retirado. Militares, policías preventivos, judiciales y demás, se encargaron de bloquear a los intrusos.
Se trataba de evitar, quizá las protestas que empiezan a crecer en varios ámbitos sociales.
La desesperación de mucha gente, empieza a provocar reclamos, válidos o no, por la falta de atención social a las demandas ciudadanas.
El gobierno del estado de Guerrero, no quiere que el presidente de México, sepa de que ellos no tienen, ningún plan para atender la contingencia. Ellos, pareciera que lo único que quieren, es que les liberen los recursos, para poder hacer lo mismo que han hecho siempre.
La gente desconfía y el gobierno de Guerrero oculta la información y la deforma, para que el presidente de México, suponga que todo está bien. Es más, los funcionarios que ayer hicieron valla al presidente de México, en su visita a la zona de “Crudalia”, (así se llama una cantina famosa que existía ahí, donde varios edificios casi se desploman) le gritaban loas, aplausos, vítores, porras y demás actos jubilosos, cuando la mayoría de la gente de Chilpancingo, implora, grita, reclama, añora y exige atención de un gobierno, que no quiere olas.
La pregunta sería, ¿Esa es la nueva realidad que se quiere aparentar? ¿Es la nueva forma de esconder los reclamos sociales? ¿Presentarle al presidente de México, escenarios preparados y ocultando la realidad, ayudará a que los ciudadanos, crean en este gobierno que quiere imponer una nueva transparencia, una nueva forma de recrear una realidad inexistente?
Las mentiras no duran. Mentirle al presidente, mal informar a la prensa, para que no se acerque al Ejecutivo Federal, con preguntas ociosas o impertinentes, simplemente es inmoral.
El gobierno de Guerrero quiere convencer a Peña Nieto, de que actuará con transparencia, responsabilidad y honestidad. Con sus acciones, simplemente preparan todo lo contrario. Gracias. Comentarios; Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Y Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
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