El magisterio disidente del estado de Guerrero, ha logrado desde su óptica, un sonado triunfo político, más no social. Lograron, que se les pague por no trabajar y que no haya represalias por estar molestado a la sociedad guerrerense y la vida en comunidad por espacio de 30 días. Lo demás, está establecido en la ley. La gratuidad de la educación, es constitucional, los derechos laborales, igual. Como estableciera el general romano Pirro, cuando luego de una batalla misma que ganó, al observar los más de mil elefantes muertos, su ejército diezmado y un escenario de muerte y desolación, sólo atinó a decir: “Otra batalla como esta y nunca más lo contamos.” Así quedó el magisterio de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), quienes quemaron sus naves, con tal de doblar al gobernador y obligarlo a que, aunque fuera, les pagara el tiempo no trabajado y les prometiera no perseguirlos, para poder cantar, aunque sea victoria de mentiritas. Se van de vacaciones y cuando regresen, los principalmente afectados, los niños, serán burlados, de nuevo, como lo fueron los padres, las autoridades y los principios que debieran regir la ética laboral del magisterio disidente. Pero como no hay ética, ni vergüenza, que se jodan los alumnos. El magisterio mediocre de la Ceteg, ése que tiene al estado, junto con la corrupción de las autoridades de gobierno, por supuesto, en los últimos estrados de la calificación educativa, se pitorrea de la sociedad y se caga en algo que debe cuidar. En la sociedad que los mantiene y les paga por no trabajar. Sólo lo dejo plasmado, para que la próxima vez lo consideren los maestros, que se quieran estacionar en Chilpancingo. La sociedad ya los conoce. Sabe lo que significa que se planten e inicien a bloquear las calles de la capital. Hubo grupos de la sociedad, que se organizaron y planearon quemar sus unidades (autos) en represalia por las molestias que les provocaron. ¿Por qué no lo concluyeron? No lo sé, pero la molestia, la rabia y el coraje contenido, iba a desbordarse contra sus autos, sin que éstos tuvieran ninguna responsabilidad. ¿Qué los detuvo? Tampoco lo sé, pero poco faltó. Se autodenominaron grupos de autodefensa ciudadana. Y aseguran que cuando regresen e intenten volver a hacer lo que hicieron, les quemarán sus autos. Así es que más vale que lo piensen. Lo anterior por supuesto que no es una amenaza. Tampoco debiera ser una salida adecuada a la conflictiva. Pero es un aviso al gobierno, para que su dejadez no provoque conductas insanas y vandálicas, igual, o peor que las del magisterio disidente. Un enfrentamiento entre la sociedad y el magisterio de la CETEG, sería una catástrofe social y la caída de cualquier gobierno. Por su incapacidad para ser mediador de respetar la vida en sociedad. La organización de lo que menciono, o sea, la quema de los autos de los profesores, se detuvo quizá, porque quienes lo estaban organizando, midieron el impacto de su acción y decidieron no alterar más la inestable situación social y política en el estado. Pero el sólo hecho de pensarlo y casi llevarlo al cabo, significa el nivel de hartazgo social, contra quienes sin mediar ninguna justificación ante la sociedad, se apropian del espacio común, provocan desmanes, muerte, desazón, daños a terceros, de los que por supuesto, no se harán responsables y ahora huyen como cobardes. Antes de que la ira social, los alcance. Ahora, que si la próxima vez regresan a realizar lo mismo, ya sabrán, que no son bienvenidos y que la ira social, posiblemente los alcance. Ojalá y no. Gracias. Comentarios; Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Y Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.