“Son gavillas y se titulan partidos. Intentan disfrazar sus ideas su monopolio del Estado. Son bandoleros que buscan la encrucijada más impune para expoliar a la sociedad”.
En el devenir histórico de los movimientos políticos en cada nación, siempre se han dado las confabulaciones oscuras en cada uno de los rincones de las sedes donde predominan los políticos, y eso no es de extrañar, se dio y se da en todos los tiempos, pero cuando se trata de buscar un escaño dentro del escenario, siempre previo a jornadas que se avecinan y que ofrecen cargos más relevantes, es ahí donde se despiertan las avaricias por el poder en toda su dimensión.
El PRI ganó a nivel nacional, ahora llegó un presidente muy decorativo a la medida de sus progenitores y como nunca antes se había visto la mascarada tiende a descender de manera rápida hasta llegar a los municipios. La controversia política reciente a nivel estatal es por la misma causa, apechugar los escaños posibles y controlar la situación. Y a nivel municipal la guerrilla que muchas veces vemos insignificante, es tal vez la más importante, ya que los municipios son la base de la pirámide y por ende la que soporta el peso del Estado y del poder económico y político.
Creo que tal vez por eso la contundencia con la que aplastan a los municipios, es para que los de arriba sigan manteniendo su poderío. Ahora que se vienen los cambios en las dirigencias del PRI en los 81 municipios de Guerrero, viene de nueva cuenta el negocio de las prebendas, de colocar gente sin capacidad donde se necesita un verdadero político, los grupos al interior de cada partido son enfrentamientos hostiles, la máscara de un logotipo en cada partido es la misma en todos, los partidos están cortados con la misma tijera y según el escándalo que hagan asimismo es la tajada de presupuesto que le dan, todos están sujetos al mismo patrón y nada se mueve sin la voluntad de él.
Por eso quien tenga la sartén por el mango sea presidente nacional, gobernador o presidente municipal será quien conlleve la responsabilidad de imponer a quien tenga que ocupar la dirigencia de un partido, en este caso ahora en los comités municipales del PRI. en el caso específico de Petatlán donde hay tres visibles competidores en las figuras de Isidro Ortiz, Gregorio Estrada y Rodrigo Tamayo, donde la confabulación para muchos es nebulosa y no es así, ya todo está preparado y programado, el que será “líder” del PRI ya está designado con antelación por quien tiene el poder táctico de hacerlo, no hay más, las reverencias de las participaciones son parte del show, la democracia no existe y no se permite, la beligerancia se antepone en cada nombramiento, las masas, la militancia está subordinada y muchas veces no saben ni que hacen en una reunión donde ya todo está previamente establecido.
El caso claro y lógico que también se sabe, es que si no llega al PRI de Petatlán un dirigente con capacidad (que no creo que llegue), es para que las cosas sigan igual, horizontales, sin despegue, con los mismos de siempre, un partido sin movimiento, un grupo de ineptos, de esos que nunca se atreverán a romper los esquemas para avanzar, porque la dignidad y la convicción no existen en los partidos, es imponer a un hombre sin cerebro, para que no haya voz, no haya una voz crítica, de propuestas, proyectos, visión, responsable y a la vez un hombre dinámico que pueda cambiar un poco la fisonomía de un partido que ha permanecido en el olvido.
Se pueden imaginar un líder ciego ante cientos o miles de sumisos. La simulación es pues el pecado capital en los partidos, no hacer lo posible es perder la vida misma en un ostracismo sin destino, donde la oscuridad se sigue tragando lo que aún quedaba en los movimientos políticos; pero en fin el modelo de la mediocracia es eso, un escaparate donde se aparenta hacer política, para solo llevar agua al molino del dueño del negocio, la política en Petatlán está inmersa en un pantano del que no ha podido salir o mejor dicho no han querido sacar, no dejan a los que aún tienen un poco de luz y cordura que demuestren su capacidad y liderazgo, es cierto que el dinero es clave para escalar, pero también el complemento intelectual se ha dejado de lado y se movilizan los protagonistas sin ideal en una misión sin destino ni nada que se le parezca. Ya veremos.
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