Un evento trascendental, política y socialmente aceptado es el reconocimiento y la entrega de la medalla al Mérito Parlamentario “Eduardo Neri Reynoso” al guerrerense, chilpancingueño y político Florencio Salazar Adame, actual embajador de México en Colombia. La estrategia para alcanzar el objetivo de que fuera precisamente Florencio y no a otro, quien la recibiera; la promoción de quién podría ser el recipiendario, la propuesta de Florencio Salazar Adame; la concreción y aceptación de todos los diputados, que para beneplácito del receptor de tal honor, fue por unanimidad, fue tejida finamente por el diputado local y actual coordinador de los diputados priistas en el estado de Guerrero, Héctor Astudillo Flores. Todos lo aceptaron, supongo que algunos a regañadientes, pero no había otra propuesta, como ésta.
Héctor Astudillo Flores, se entiende, es un ser humano agradecido con Florencio Salazar Adame, porque han tenido acuerdos políticos que les han permitido caminar por el complejo, difícil y complicado camino de la política, que hoy, los vuelve a colocar en un lugar de privilegio.
Es claro que Florencio Salazar Adame, no es una perita en dulce y no le tiene que caer bien a todos. Lo mismo ocurre con Héctor Astudillo Flores, quienes tienen enemigos, chicos y grandes. Y sus logros serán permanente vigilados y cuando la rieguen, serán vapuleados. Es el riesgo de ser políticos y con una exposición pública de sus actos y acciones. Si a Florencio se le quiere juzgar por su carácter, pues ya perdió. Lo mismo le podría pasar a Héctor Astudillo. Pero lo que se debe juzgar son sus acciones. Y por ello, están donde están, cada quien.
Los méritos parlamentarios, no fueron cuestionados por ningún diputado local. Y eso fue lo que se reconoció en el evento ocurrido el pasado fin de semana en sesión solemne, donde se dieron cita, los familiares, amigos y beneficiarios de Florencio Salazar Adame, quien mostró humildad al recibir la presea “Eduardo Neri”. Discursos, preparados, no exentos de elementos cuestionables, pues hubo una pifia en la redacción del de Héctor, pero se entiende lo que quiso decir. Lo bueno, es que no lo escribió él, pues su cuidado por las palabras, es excesivo, Su error, no verificarlo. Pero una palabra, no mancha, sólo evidencia una falta de atención.
Florencio y Héctor se lucieron. Un acto que buscó, sin duda la reivindicación política y social de un político, que no es cómodo, para algunos. Ambos se reconocen. Son animales políticos. Territoriales. Son exitosos. La gente los identifica. Mario Moreno Arcos, es del equipo. Rubén Figueroa Alcocer, presente, buscando no lo dejen fuera de la jugada. Manuel Añorve Baños se deja ver, como le gusta. Sofío Ramírez Hernández, presente. Un acto priista, en una legislatura perredista. Para fortuna de todos, no hubo shows que lamentar. Sobrio, rápido y emotivo, además de motivado, en un escenario excepcional.
La LX Legislatura Local, premia a un hijo pródigo de la LV Legislatura Local. Profeta en su tierra, difícil situación, para cualquier ciudadano, sobre todo, cuando la política es el escenario y caldo de cultivo de las vanidades y en donde todos los demás son malos, mediocres y menos, menos yo.
Un acto de alta cultura política, fue la entrega de la Segunda Medalla al Mérito Legislativo, “Eduardo Neri Reynoso” a Florencio Salazar Adame, pues la primera entrega fue el año pasado, cuando se le otorgó la medalla post mortem al ex diputado y Presidente de la Comisión de Gobierno Armando Chavarría Barrera, misma que fue recibida por su viuda Martha Obezo.
Cuando los políticos guerrerenses y algunos ciudadanos mezquinos aprendan a reconocer los actos de las personas, quizá podamos empezar a crecer cívicamente. Gracias. Comentarios;
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