Cuando vemos que mientras Andrés Manuel López Obrador, sigue su reclamo de anular las elecciones para presidente de la República del pasado 1 de julio, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) anuncia una reunión Cumbre de la izquierda a realizarse el 15 de agosto en Acapulco, para discutir agendas legislativas, acciones políticas derivadas del proceso y plan de acción en caso de que los órganos electorales federales, determinen que Enrique Peña Nieto, será el próximo Presidente de México, como apuntan las cuestiones electorales. O sea, mientras uno demanda anulación de proceso electoral; los diputados, senadores y ediles ganadores el proceso pasado, ya se preparan para gobernar. Las agendas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y del candidato a presidente de la República por la coalición encabezada por ese mismo partido y seguida por el Partido del Trabajo (PT) y del Movimiento Ciudadano (MC), Andrés Manuel López Obrador, no necesariamente deben ser las mismas. Porque aunque ambas instancias políticas, tienen el mismo fin en cuanto a la lucha electoral y democrática, uno no puede restringir las acciones de cada uno.
Quizá por ello, se observan algunas acciones, que pudieran ser consideradas, por algunos analistas, como antagónicas entre el candidato y los ganadores de los diversos procesos políticos, pero en la práctica no lo son. Cada elemento político del PRD, PT y MC, y candidato hasta ahora perdedor del proceso electoral pasado, tienen acciones que realizar y en todo caso las están haciendo, sin menoscabo de uno u otro proceso político electoral.
Cualquiera pensaría que los partidos y candidatos ganadores, no pueden, ni deben hacer nada, hasta en tanto no hay una determinación jurídica final del órgano electoral, llámese Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), en cuanto a la elección presidencial.
Pero como los candidatos ganadores, tienen actividades qué realizar, proyectos que desarrollar, propuestas que definir, se entiende que es correcto, posible y necesario que lo hagan independientemente de lo que determinen las instancias jurídico electorales federales, en cuanto a la elección presidencial.
Pero lo cierto, es que poco a poco, agenda legislativa y de gobierno de los triunfadores en el pasado proceso, cada vez tendrán acciones y actividades diversas y que poco a poco, Andrés Manuel López Obrador, se quedará solo, y su alma en su reclamo, puesto que las exigencias de gobernar, no podrán, al menos en el primer año, desviar atenciones a agendas de protesta, por ejemplo.
Lo cierto, es que el PRD en el pasado electoral, (hace 6 años) perdió momentos precisos para participar en las diversas Comisiones Legislativas, en discusiones de agenda Legislativa y en propuestas financieras, políticas y sociales que se discutieron en el Congreso de la Unión, cuando se adoptó como norma, el no reconocimiento electoral al presidente electo, Felipe Calderón Hinojosa. Eso lo colocó en debilidad política y cuando quiso reclamar participación legislativa, se le dio lo que quedó, no donde pudiera tener cierta incidencia política.
Luego de que la instancia electoral que por ley, se encuentra determinada a establecer la legalidad o ilegalidad del proceso electoras, para elegir presidente, (TEPJF) no habrá vuelta de hoja, pues sus determinaciones son inatacables y por ende, no hay vuelta atrás.
En ese tenor, si la calificación es positiva a Enrique Peña Nieto, todos, incluidos los partidos de izquierda, la deberán acatar y actuar en consecuencia. En caso de invalidación del proceso, cuestión casi imposible, porque los reclamos electorales, no inciden en la anulación, los Magistrados, darán fecha nueva para empezar un nuevo proceso electoral presidencial.
Claro, que si los seguidores de Andrés Manuel, no reconocen el triunfo de Peña Nieto, podrán organizar movilizaciones, paros, bloqueos, huelgas y demás acciones políticas, y derivado de su fuerza, intentar por otras formas anular un proceso ya calificado. Lo que indicarían, romper la institucionalidad y caer en el caos. Y esperar una violencia inusitada y cruel, contra la misma sociedad. Al tiempo. Comentarios;
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