“El que sirve a dos amos, con uno queda mal”, reza el adagio popular. Hay un elemento que debiera ponderar el actual gobernador del estado de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, ¿A quién sirve? ¿A los intereses políticos del Partido de la Revolución Democrática (PRD) o a la sociedad guerrerense? La anterior pregunta tiene relación con las condiciones críticas que vivimos los guerrerenses y su gobernador, se distrae apoyando a su candidato, Andrés Manuel López Obrador a quien acompaña en giras, lanza porras, se convierte en matraquero, utiliza la infraestructura social del gobierno estatal, en vez de dedicarse a trabajar por atender a los maestros, a los estudiantes, a los trabajadores, a los ciudadanos, a los campesinos, en fin a todos los guerrerenses.

El colmo de las cosas, es cuando el gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero atiende al magisterio porque la presión que ejercen sobre él lo presenta debilitado. Los escucha, conoce sus demandas, asegura tener coincidencia con sus demandas, pero no las resuelve. Las deja a criterio de sus Secretarios y cuando ellos, les corresponde resolver, no lo hacen.

Lo anterior, simplemente define a un gobernador, que escucha, pero no hace caso. Claro, que en un afán protagónico, a todos les dice que sí, aunque haya situaciones que no pueden ser resultas a nivel local. Concretamente me refiero a que el gobernador de Guerrero, no puede desechar políticas educativas públicas, como el Acuerdo por la Calidad de la Educación (ACE), que define estrategias contradictorias, quizá, como son los exámenes universales, y la prueba Enlace, entre otros elementos, que buscan estandarizar, supervisar avances, verificar retrocesos y conocer el fortalecimiento o debilidades de los programas educativos, vigentes.

No se trata de que un gobernante quiera quedar bien con todos, y a todo diga si, aunque sus decisiones provoquen problemas sociales mayores. En este momento, no hay formas de evaluar a los estudiantes a los trabajadores del magisterio, y mientras no haya formas de hacerlo, no es posible desechar los que existen.

Cuando un gobernante toma protesta constitucionalmente, jura gobernar para todos los habitantes de su estado. Cuando un gobernante se distrae con cuestiones políticas, revisando encuestas, supervisando la campaña de sus candidatos, apoyando con recursos financieros a los perredistas, y buscando llamar a sus correligionarios a apoyar a quienes busca llevar a diferentes puestos de elección popular, incluido su hijo Ángel Aguirre Herrera, quien hace campaña en un distrito electoral de Acapulco, con todo el apoyo de la familia, incluidas las despensas, los apoyos financieros a los medios informativos, entre otros elementos nocivos.

Hoy, vemos a un gobernante guerrerense que se distrae, que no atiende, que descuida su función de gobernar, por estar vigilando los negocios de la familia y de algunos funcionarios de su gabinete y que pelea con los medios informativos incómodos. Hoy Aguirre Rivero, prefiere estar en Acapulco, un día ebrio, otro también. Agudiza su relación con los medios informativos, a quienes agrede, al tener una manipulación financiera oscura, una política omisa, que premia a quienes son sumisos y castiga a los medios informativos que son críticos.

Olvidó, quizá para su futuro, que los medios informativos, deben ser tratados con igualdad en cuanto a contratos de publicidad, dejando en el olvido, que constitucionalmente, hay una obligación de informar a la sociedad, pero no sólo con los amigos.

Recientemente pasó el día de la Libertad de Expresión, día en que los empresarios, inauguraron una relación con el poder. Por años, esa fecha fue un elemento que permitía acercar las relaciones de los medios informativos con el poder. Un poder, que cada día se observa debilitado, y que premia a quienes le aplauden y castiga a quienes cuestionan. Quizá por ello, no se dignó a tener un acercamiento con sus críticos. Fue un momento propicio, para aceptar los errores de un gobierno, que no le gusta que le critiquen.

Pero pasó de noche para Aguirre Rivero, una fecha histórica, que bien pudiera definir una relación de mutuo respeto, de relaciones institucionales y no de sumisión.

Está claro que para el gobernador del estado de Guerrero, el rompimiento con los medios críticos, definirá su futuro incierto, que deriva en una situación de debilidad, donde no responde a las demandas ciudadanas, sino a los intereses de coyuntura de un gobierno, que no ha logrado fortalecer sus relaciones con la sociedad, sino sólo con sus familiares y negocios de poder.

En fin, quizá para el gobernador del estado de Guerrero Ángel Heladio Aguirre Rivero no le interesa lo que sigue, no le interesa lo que suceda con su gobierno, luego de que se ha distinguido, sólo por definir con claridad de que bussines, or bussines. Lo otro no importa. Gracias. Comentarios; Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. y Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.