El próximo martes 22 de Mayo se iniciarán formalmente las campañas político-electorales en los 81 municipios de la entidad y en los 28 distritos electorales, donde la ciudadanía votará por las planillas que integran las ofertas municipales y las fórmulas para las diputaciones locales.
Los habitantes de cada municipalidad saben bien quiénes son y cómo son los aspirantes a las presidencias municipales, a las sindicaturas, las regidurías y las diputaciones al Congreso del estado, por lo tanto, siguen siendo estas—las elecciones locales-- las que mayores simpatías y atención despiertan entre el electorado, todo ello en contraposición a las elecciones para senadores de la República y diputaciones federales, las cuáles han sido tradicionalmente las menos votadas, siendo superadas solo por la elección presidencial.
Pero las elecciones del primero de julio próximo serán atípicas por el número de puestos públicos en disputa.
En el caso del estado de Guerrero, solo la gubernatura no estará en las boletas electorales pero todas las demás serán objeto de escrutinio y votación.
A estas alturas, la contienda por la presidencia de la República, las senadurías y diputaciones federales van muy avanzadas y al parecer la única que ha prendido entre el ciudadano de a pié ha sido la presidencial, sobre todo en las últimas semanas donde se ha visto una disputa mas férrea y confrontada entre los tres partidos mejor posicionados.
Hoy no se puede decir que la suerte está echada a favor del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto ni que la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota está a la baja ni que el candidato del PRD, Andrés Manuel López Obrador está en la lona o que el candidato del Panal, Gabriel Quadri de la Torre es solo una figurilla sin mayores atractivos. No se puede medir ni juzgar lo que está pasando en forma por demás trivial, pues contrario a esto, la disputa por la presidencia de la República se ha tornado—en los últimos días—no solo importante sino también interesante y el resultado final será trascendente.
Y si bajamos la mirada a nivel local, pues lo mismo ocurrirá nada mas que con la diferencia de que los que se disputarán las alcaldías y las curules en el Congreso tienen poco días para realizar sus campañas aunque debemos decir en descargo que los candidatos mejor posicionados llevan ya mucho tiempo—para no decir años—haciendo proselitismo en distintas formas y momentos.
Para el caso de Acapulco, los candidatos que se disputarán voto a voto y territorio por territorio son Luis Walton Aburto y Fermín Alvarado Arroyo. La candidatura del PAN es hasta cierto punto intrascendente, pues este partido ha sido desde siempre un testigo mudo en los procesos electorales. Baste recordar el papel que jugó en la pasada contienda por la gubernatura del estado donde terminó su candidato ofreciéndose como aliado a quien iba como seguro ganador de la contienda y quien hoy encabeza el poder ejecutivo estatal.
Las preferencias electorales en este caso se dividirán entre dos marcas. El PRI con su aliado tradicional el PVEM y quizá se sume el Panal y el PRD con sus aliados históricos el PT y PMC.
Y si vemos a los personajes y sus marcas, tendremos que decir que la disputa será fuerte pero no cerrada como lo fue en la pasada elección, sobre todo cuando la izquierda ha resuelto salir unida y con la posibilidad de hacerse de grupos inconformes del priismo que hoy han advertido ofertar el tan temido ‘’voto de castigo’’.
La misma reacción podría darse entre los grupos de los partidos de ‘izquierda’ ya que muchos no han quedado del todo conformes con la forma como se impuso desde el Distrito Federal al candidato y sin que se llevara a cabo todavía una operación ‘cicatriz’ con los dos contendientes que quedaron en la víspera.
Las biografías de Luis Walton Aburto y Fermín Alvarado Arroyo son harto conocidas por los acapulqueños natos, aunque los avecindados han tenido que enterarse poco a poco de las fortalezas y debilidades de cada uno de ellos.
Estas dos cosas deberán ponerse en la balanza y en el tapete de las discusiones y a partir de ahí votar en consecuencia, aunque todavía esperamos y debemos pensar que así será y que durante su presentación como candidatos ya formales, ambos personajes presenten, cuando menos unos lineamientos sobre sus propuestas concretas a problemas ancestrales de Acapulco.
La retórica sobre la pobreza, la inversión, el desempleo y el turismo deben quedarse atrás.
Si ninguno de los dos lleva a cabo una narrativa sobre los porqués y los cómo realizar tales proyectos, faltarán a la verdad y atentarán contra la inteligencia ciudadana además de que enviarán un mensaje equivocado a la sociedad porteña que espera—ahora sí—que se puedan superar los escollos que frenan su desarrollo y sobre todo su bienestar.
Pero si bien es cierto que los dos candidatos con posibilidades de hacerse de la presidencia municipal de Acapulco tienen sus pros y sus contras, no se puede todavía decir quien supera a quien en uno u otro caso, mucho menos podemos afirmarlo ahora cuando ambos han iniciado sus registros de planillas como candidatos a la alcaldía ante el Instituto Electoral del Estado de Guerrero, aunque—y hay que decirlo—en forma poco transparente o mejor dicho, opaca. Ninguno de los dos candidatos quiso dar a conocer los nombres de los que los acompañarán y que figurarán como síndicos y regidores. Se afirma que algunos de estos candidatos son figuras impresentables y como diría el ‘clásico’ innombrables.
Al parecer el que se lleva el récord en imposiciones de candidaturas de síndicos y regidores es el priista Fermín Alvarado Arroyo quien prácticamente se queda sin sus principales aliados originales y será ‘arropado’ por quienes tienen sus afectos y sus lealtades en otras partes.
Por el lado del candidato Luis Walton Aburto, las cosas no son diferentes. Ha trascendidos que se le impusieron personajes de los dos candidatos que se bajaron del ring (David y Evodio) mismos que le acarrearán costos altos en forma de votos, pero que al final de las cuentas, el resultado será con saldo favorable. Al fin y al cabo, empresario.
Lo que es verdad y con esto concluyo, es que la sociedad acapulqueña hasta el momento no se ha visto impactada por el proceso electoral y por lo mismo se habla ya de que podríamos tener un alto porcentaje de abstencionismo.
Contra este fantasma tendrán que actuar los candidatos.
De ellos y de nadie mas es la responsabilidad de llevar a las urnas al mayor número del electorado regional.
Los efectos Peña Nieto., López Obrador o Vázquez Mota no serán decisivos para dirimir la disputa por Acapulco.
Periodista/ Analista Político*
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