De Julio Ayala Carlos                         Foto: https://elpais.com/  

HAY QUE DECIRLO. PARA QUE HAYA REFORMA al Poder Judicial, como lo ha propuesto el todavía presidente Andrés Manuel López Obrador, por la cual los ministros, magistrados y jueces serán elegidos por el voto popular, lo que ha sido criticado por la oposición y el propio Poder Judicial porque argumentan que será una regresión en agravio de la justicia y la aplicación de la ley, tiene que haber primero sobre representación de Morena-PT-PV en la Cámara de Diputados federal. Si esto no ocurre, lo cual es una posibilidad, simplemente no habrá regalo de despedida para el que se va.

En efecto, sólo si Morena y los partidos aliados obtienen más diputados plurinominales de los que establece la ley, es decir, sólo si están sobre representados, podrán tener las dos terceras partes de los 500 que integran la Cámara de Diputados y, en consecuencia, solamente así tendrán la capacidad de aprobar, entre otras, la llamada reforma judicial que tanto le interesa al presidente de la República.

Por eso el pleito hoy, que tiene la oposición, es decir, el PAN, el PRI, MC, y el desaparecido PRD, que habrán de librar primero en el Instituto Nacional Electoral, y luego en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que dicho sea de paso también están a punto de desaparecer si se aprueban todas las propuestas del presidente López Obrador.

Es cierto. En la elección del 2 de junio pasado, si bien Morena en alianza con el PT y el PV arrasaron en todo el país, ganando la Presidencia de la República, así como la mayoría de las cámaras de diputados y senadores, con todo y que obtuvieron 36 millones de votos, o lo que es lo mismo, un 52 por ciento de la votación total, con todo y la más alta votación en la historia del país, les faltó mayor contundencia para lograr mayoría calificada y en consecuencia dominar ambas cámaras sin mayor problema.

Y es que la ley establece que para reformar la Carta Magna se requiere de las dos terceras partes de los 500 diputados que integran la Cámara, 300 de mayoría y 200 representación proporcional, por lo que la única forma de conseguirlo es a través de la sobre representación, es decir, vía diputados plurinominales que se obtienen con base al porcentaje de votos obtenidos, asignados por el INE y avalados por el Tribunal Electoral Federal.

Hay que decirlo. Mientras el PRI y el PAN estuvieron en el poder se beneficiaron de la sobre representación que hoy denuncian, como también hoy lo hace Morena. Es decir, la sobre representación de diputados no es nueva, aunque hoy la oposición se queje de ella.

Lo cierto es que los diputados plurinominales, de representación proporcional, fueron creados, si se puede utilizar este término, para darle representación a las minorías, a los grupos minoritarios, a fin de que tuvieran representación y voz en el Congreso de la Unión, como parte de la apertura democrática y política. En su momento, habrá que puntualizarlo, fue un gran avance en el sistema electoral, político y de gobierno de México.

Hoy, sin embargo, los 200 diputados plurinominales se utilizan para crear mayorías a través de la sobre representación electoral de los partidos políticos, que como es el caso, buscan lograr las dos terceras partes de los 500 diputados federales para reformar la Constitución Política del país, a través del voto mayoritario, en vez de los consensos y acuerdos que se logran a través del diálogo.

También hay que decirlo. El INE ya dijo, ya adelantó que el reparto de los diputados plurinominales se hará como se ha venido haciendo, o lo que es lo mismo, beneficiará al partido o coalición que ha obtenido más votos. La oposición está en contra de ello, por lo que indiscutiblemente el pleito por los pluris llegará al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación como instancia última.

Hay quienes, como los partidos políticos que gobiernan, están por la aplicación literal de la ley electoral. La oposición, por una nueva interpretación de la misma. Lo cierto es que el pleito, por los plurinominales, apenas comienza. De cómo se aplique la ley, depende la reforma judicial y otras más, porque para reformar la Constitución se requiere en el Congreso federal de una mayoría calificada, o lo que es lo mismo, de las dos terceras partes de los 500 diputados, que por ahora solo se puede conseguir con una sobre representación.

En pocas palabras, el pleito es por el agandalle que Morena y aliados por los pluris, pleito que también encabezó, en su momento, al igual que el PRD de donde viene. Y todo, por no entrarle a los consensos, a los acuerdos…

Es decir, del destino de los pluris, depende la reforma judicial.

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