Por César González Guerrero
Todos los pueblos y ciudades del país y posiblemente del mundo, desde su fundación hasta nuestros días, en sus Callejones guardan una buena cantidad de leyendas e historias que han trascendido a lo largo de los años, y han sido motivo de inspiración, composiciones literarias, temas de cultura, tradiciones y costumbres, etc.
Se dice que los Callejones tienen su origen desde la época conocida como Medieval o Colonia; prueba de ello precisamente, son los angostos y empinados callejones de Taxco en Guerrero y en la Ciudad de Guanajuato. Sin duda, son muy interesantes los históricos Callejones.
Un Callejón se denomina al espacio estrecho que solamente se puede utilizar para transitar a pie, carreta, en un asno o caballo, producto de la falta de un ordenamiento vial, que regularmente se inician con la fundación de los pueblos, cuando aún no se conocen y menos se utilizan los vehículos.
Regularmente, los Callejones son cortos y sus características varían de acuerdo a la orografía del terreno, cuyas medidas pueden ser de 1 a 3 metros de ancho. Salvo los Callejones que se encuentran en los terrenos de labor que, por la necesidad de los campesinos para transportar sus productos requieren de varios metros de largo.
Es necesario aclarar que hay Callejones sin salida, razón por la que se debe tener cuidado. Actualmente en las ciudades se les dice "cerrada" o "privada". Por ello, cuando se presenta un problema de difícil solución, se dice: "...estamos en un callejón sin salida...".
Finalmente, en algunos casos, los Callejones que se forman en el inicio de los pequeños poblados o localidades, se quedan para siempre y forman parte del entorno urbano de las ciudades pequeñas o grandes que, con algo de creatividad e ingenio, pasan a ser un atractivo turístico-comercial.
Como por ejemplo los famosos Callejones de la Ciudad de los Ángeles, California, en Estados Unidos, en donde se puede adquirir ropa barata, para comercializar en otros lugares. Estos Callejones son lugares que mucha gente, por lo menos de México, acude a comprar para revender en los tianguis o mercados ambulantes, y en uno que otro mercado establecido.
También el romántico Callejón del beso en Guanajuato que, con menos de 70 centímetros de ancho y escalinatas, su obligada visita se ha convertido en un ritual para los enamorados, poetas y escritores que ha sido testigo de cómo algunas parejas se comprometen en matrimonio.
A pesar de que en la época moderna las ciudades, con toda la tecnología, paulatinamente va terminando con el atractivo de los Callejones, encontramos estas viejas vialidades en las comunidades de Guerrero, como es el caso de mi tierra Copala, en la región Costa Chica de Guerrero, como son los históricos Callejones de Ma Chilita, Ma Cañita, Ma Fesita, de los Soteños, Joaquín de la Rosa, de los Morales, entre otros que vienen a mi memoria, y a varios de mi época nos traen gratos recuerdos. Recuerdo que en nuestro domicilio existía un Callejón que servía de paso a las casas que habitaban nuestra vecina Hilaria Aparicio (Ma Yaya), mi abuelo Gaudencio González y Sostenes López (Ma Chota).
La denominación de esos Callejones, que hasta la fecha existen en la cabecera municipal de Copala, es porque una mujer u hombre reconocido por los pobladores tuvo su domicilio ahí, como es el caso de los ya mencionados. Tal vez quienes nacieron después del año1970 no los conozcan, es por ello que en esta ocasión los recordamos, honrando no solamente la memoria de las distinguidas y populares personas, sino también para que las nuevas generaciones conozcan y valoren la historia de sus Callejones reconociendo la visión de nuestros antepasados, preocupados por la intercomunicación de los habitantes de esa época.
Ya habrá oportunidad de escribir, con todo el respeto que se merecen, parte de la biografía de esos inolvidables personajes.
Finalmente, sí sería conveniente llevar a cabo un Programa Estatal o Municipal de Nomenclaturas, para colocar señalamientos viales, nombres y números oficiales a los Callejones y Calles de los Municipios de las cabeceras municipales, a efecto de evitar incidentes en los servicios de entregas a domicilio o correspondencia, así como orientar a la ciudadanía y más a quienes visitan nuestros pueblos.
Los legendarios Callejones, con algún criterio y visión turística en los pueblos rurales, bien pueden convertirse en un atractivo para propios y visitantes.
Las autoridades municipales podrían valorar esta posibilidad. Queda la propuesta.
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