Necesariamente Incómoda
Por Graciela Machuca Martínez
Con un oficio de Libertad por Sentencia Absolutoria en las manos, Alvina Amador Manrique, el día 7 de marzo del año 2014, a las 17:40 horas, cruzó la puerta del CERESO de Chetumal, luego que dos años antes, el 11 de julio de 2012, fue detenida, porque el actor y aspirante al gobierno de Quintana Roo, por el partido que sea, la acusó falsamente del delito de extorción en grado de tentativa, solo porque siendo la gerente operativa de su hotel en Tulum, le advirtió que estaba violando la ley al realizar las descargas de aguas negras en una cavernas, con lo que se estaba contaminado el manto freático.
Como lo expuse en una entrega anterior, Palazuelos, antes de apegarse a la normatividad ambiental, despidió injustificadamente a Amador Manrique, pero no contento con ello, la acusó falsamente de extorsión en grado de tentativa, lo cual le llevó a la víctima dos años para demostrar su inocencia, mientras tanto estuvo encarcelada en los penales de Playa del Carmen y Chetumal.
Palazuelos antes de indemnizar a su extrabajadora conforme a la ley, con el apoyo de altos funcionarios de la entonces Procuraduría General de Justicia de Quintana Roo, armó una historia para acusarla de extorsión en grado de tentativa y cuando los agentes judiciales la detuvieron, en ningún momento le presentaron una orden de aprehensión, solo le dijeron que en el Ministerio Público le dirían de que se trataba el asunto.
Para poderla detener la sacaron de su casa, con el pretexto que unos empresarios le entregarían una aportación económica para su fundación de apoyo a niños con cáncer “Benji del Caribe”.
Al no tener evidencias del presunto delito de extorsión en grado de tentativa Palazuelos presentó un cheque por cinco mil pesos, que en términos reales amparaba el pago proporcional a su aguinaldo, vacaciones y prima vacacional del año 2010.
Por el despido laboral injustificado, la afectada presentó la demanda correspondiente, la cual quedó asentada en el expediente 396/2011, lo que motivó más el enojo del actor de telenovelas, quien le dijo que prefería pagar a sus abogados que a ella su finiquito correspondiente por los más de siete años de antigüedad.
Después de la demanda laboral, en julio de 2011 armó el teatro de la extorsión en grado de tentativa, con el propósito de enviarla a la cárcel para no pagarle lo que por derecho le corresponde, pero, además, para que no siguiera difundiendo que en el hotel de Palazuelos en Tulum, se estaba contaminando el manto freático con las aguas residuales. La detención se ejecutó en día 11 de julio de 2012.
En esta historia de injusticias, aparece el nombre del entonces procurador General de Justicia de Quintana Roo, Gaspar Armando García Torres, quien siempre estuvo al tanto de que la detención de Alvina Amador Manrique, era con argumentos falsos, y que solo se trataba de un favor para Palazuelos, como se lo dijo éste al hijo de la víctima cuando salió de la cárcel su mamá, ufanándose que el fiscal del estado le había hablado para preguntarle su apelaban la sentencia del juez de primera instancia.
Prueba de esta complicidad es el comunicado de prensa que la procuraduría difundió sobre la detención.
“La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó qué cumplimentó dos órdenes de aprehensión contra de Manuel Jiménez Sandoval y Alvina Amador Manrique, por los delitos de amenazas, extorsión en grado de tentativa y/o lo que resulte, denunciada por el propietario del hotel Diamante K de Tulum, Roberto Palazuelos Badeaux”.
El procurador Gaspar Armando García Torres, informó que conforme a las instrucciones del gobernador Roberto Borge de garantizar seguridad para los empresarios que contribuyen con la economía de Quintana Roo y combatir la delincuencia en todas sus expresiones, la PGJE abrió la averiguación previa PGJE/DRAPRM/AMP/TULUM/556/2011 contra Manuel Jiménez Sandoval y Alvina Amador Manrique.
Explicó que el primero de los inculpados amenazó al actor Roberto Palazuelos con darle piso (matarlo) en caso de que no pagara “derecho de piso” a la banda denominada «Los Pelones”. El sujeto exigía la cantidad de 150 mil pesos, más un contrato de cesión de derechos gratuita, y aseveró que en adelante debía pagarle una cuota mensual de 40 mil pesos, a efecto de que se le brinde protección.
Respecto a Amador Manrique, de acuerdo a la denuncia del agraviado le exigía la entrega de un millón y medio de pesos a cambio de no dar a conocer unas fotos que denostarían su imagen, ya que Palazuelos era presuntamente responsable de un ecocidio.
El agraviado tampoco accedió y denunció que ambas personas estaban tratando de extorsionarlo y lo amenazaron de muerte. Hasta aquí el texto del comunicado de la Procuraduría difundido el 12 de julio de 2012, desde luego que cuando Amador Manrique salió en libertad por sentencia absolutoria, la institución no reconoció su error y limpió el nombre de la víctima, pues hoy en día en los archivos públicos sigue apareciendo como extorsionadora de Palazuelos.
El caso de Manuel Jiménez Sandoval también es un ejemplo del tráfico de influencias y malas prácticas jurídicas, así como de su conducta como persona de Roberto Palazuelos, pues el terreno donde se construyó el actual hotel, fue propiedad del ejidatario de Cástulo Jiménez, ya fallecido, padre de Manuel, quien aportó el predio con el compromiso que se le pagara un porcentaje de las utilidades del hotel. Al morir el padre, Manuel Jiménez Sandoval pasó a ser el socio de Palazuelos, quien para no pagarle las respectivas utilidades lo denunció penalmente por extorsión en grado de tentativa.
De acuerdo al acta notarial 9 mil 470, de la Notaría número 30 del estado de Quintana Roo, con sede en Cancún, el 15 de enero del 2002 se protocolizó la creación de la Sociedad Mercantil Unión Zamatica, S.A de CV., cuyos socios son Roberto Palazuelos Badeux, Manuel Jiménez Sandoval, Armin González Pérez y Luis Ernesto Hernández García.
En abril de 2019, Manuel Jiménez Sandoval fue trasladado del penal de Cancún al de Chetumal, donde purga la condena de 25 años a que un tribunal de segunda instancia lo sentenció, debido a que aceptó las pruebas que falseó el equipo jurídico del denunciante.
Pero en Quintana Roo ya para nadie es novedad la forma en que Palazuelos se conduce para realizar sus negocios. Por ejemplo, desde el año 2016, circula en redes sociales un audio en el que se escucha la voz de Roberto Palazuelos haciéndole diversas amenazas a una persona de nombre Octavio N., a quien señala de acciones turbias. https://fb.watch/9g7q-f7t8q/
A partir de esa tarde el 7 de marzo de 2014, cuando salió del penal de Chetumal con un oficio de Libertad por Sentencia Absolutoria, Alvina Amador Manrique se ha dedicado a exigir justicia, pero ni las instancias civiles, donde demandó por daño moral, ni en la laboral, por el despido injustificado que sufrió en 2011, mucho menos en la Comisión de Atención de Víctimas de Quintana Roo, ha recibido respuesta, todas han actuado con burocratismo, favoreciendo a Roberto Palazuelos.
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