Por Jorge Romero Rendón Foto: https://www.facebook.com/elregionaldelacosta
Héctor Astudillo Flores es el 6° mandatario mejor evaluado de entre los 15 estados en los que habrá elección de gobernador el año próximo, según encuesta difundida por el diario nacional El Financiero, luego de subir más de ocho puntos en los últimos meses, con el 53% de apoyo de la población de Guerrero.
Por sí solo, el porcentaje ya es un éxito de aprobación ciudadana a la labor de Astudillo a tan sólo 10 meses de concluir su mandato, y cuando los reflectores apuntan a la próxima elección de su sucesor en plena coyuntura preelectoral.
De acuerdo con el estudio de El Financiero, el gobernador de Guerrero creció en la opinión favorable de su pueblo ocho puntos desde agosto (45%) a diciembre (53%), lo que es un reconocimiento a su legado como líder político del estado. Porcentaje que es congruente con el casi 52% de aprobación que reveló hace unos días la empresa Consulta Mitofsky, en la que el mandatario ha ido creciendo consistentemente en los últimos meses, entre los 32 gobernadores del país, ocupando en ese sondeo un lugar destacado entre los diez mejores del país.
La razón es muy clara: la ciudadanía está reconociendo los frutos que el trabajo de Astudillo ha logrado durante cinco años y dos meses, durante los que recuperó y consolidó la gobernabilidad; ha abatido los índices de todos los delitos que se cometen en la entidad, con un promedio superior al 20%, una tendencia que ha sido consistente desde hace dos años, con lo que hay una mayor seguridad pública.
Desde la aparición de la pandemia de Covid-19, el gobierno de Astudillo ha reencauzado el gasto público estatal para mejorar la infraestructura hospitalaria en la que se atiende a los enfermos, mientras que ha sostenido acciones de prevención sanitaria y de estímulo a la actividad económica. Para los sectores más vulnerables ha ofrecido más de 13 mil comidas diarias en comedores comunitarios ubicados en las zonas de mayor incidencia de la epidemia, sumando ya más de 4 millones de comidas.
De hecho, la gestión de la crisis de la pandemia que ha encabezado el mandatario estatal se considera como una de las más eficaces en el país, al disminuir la tendencia de crecimiento de los contagios, gracias a su labore preventiva en múltiples frentes.
Por otra parte, Astudillo ha llevado a cabo obras públicas en coordinación con los 81 ayuntamientos, mejorando caminos, carreteras, centros de salud, puentes, calles y avenidas, alumbrado público; aportando viviendas, cuartos-dormitorios, electrificación y energías alternativas a comunidades rurales alejadas. Y especialmente ha rehabilitado más de 2,700 escuelas, muchas de ellas dañadas por los sismos de hace tres años.
De la misma forma, a pesar de la crisis de la pandemia, Astudillo ha logrado mantener una gran cantidad de empleos, ha disminuido y prorrogado el pago de impuestos a las empresas afectadas, ha acrecentado la inversión privada en el rubro inmobiliario turístico, luego de lograr el repunte de esa actividad antes de la cuarentena; ha estimulado a la pequeña y mediana empresa, mantenido el apoyo a los campesinos, y la ayuda a grupos vulnerables.
Y especialmente ha cumplido con su responsabilidad de ejercer el presupuesto público con transparencia, rindiendo cuentas en tiempo y forma, creando además un espacio de comunicación con la ciudadanía que ha sido eficaz para que la población sepa lo que hace su gobierno. Eso ha apuntalado su imagen como un gobernador eficaz, sensible a las necesidades de su gente, y capaz de mantener el liderazgo y la certeza en su gestión, lo mismo entre empresarios y gobierno federal, que entre los guerrerenses.
Es por eso, entre otras razones, por lo que hoy Astudillo es uno de los gobernadores con mejor aprobación en el país…
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