Por Jesús Lépez Ochoa Foto: Andrés Arias Jurado
Adela Román Ocampo parece haberle tomado la palabra a Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros quien el pasado lunes dijo estar dispuesto a dialogar con ella, Félix Salgado Macedonio y Luis Walton Aburto para lograr la unidad de Morena.
“Yo lo que llamo es a que haya ese diálogo, esa sensibilidad, y que haya una aceptación previa de todas las reglas, de todos los lineamientos, creo que se debe salir de manera unitaria”, dijo Sandoval Ballesteros entrevistado luego de su participación en un evento del Colegio de Licenciados y Posgraduados en Derecho del Estado de Guerrero que preside el regidor de Acapulco, Hugo Hernández Martínez.
“Separados seremos siempre derrotados, la unidad nos hace más fuertes”, respondió la alcaldesa de Acapulco Adela Román Ocampo durante su intervención en el homenaje luctuoso a Pablo Sandoval Ramírez, papá del ex delegado federal, de la secretaria de la Función Pública Irma Eréndira, y del titular de la Defensoría de Oficio del gobierno federal Netzaí Sandoval Ballesteros.
Claro que los aspirantes a la candidatura a gobernador son los más interesados en salir con un partido unido, tarea que corresponde a su dirigencia aunque el secretario general en funciones de presidente del Comité Ejecutivo Estatal Marcial Rodríguez Saldaña y el presidente del Consejo Estatal Luis Enrique Ríos Saucedo viven en la confrontación al grado que el pasado 1 de octubre fueron exhortados por la Comisión Nacional de Honor y Justicia a dejar de hacerlo sin que se sepa de ningún acercamiento entre ellos para atender esa petición.
De ahí que podrían ser rebasados por algunos de los aspirantes, aunque no hay que olvidar que ellos son competidores y que el partido debe no solo construir la unidad, sino también conciliar entre ellos, una tarea que no se ve por ningún lado.
¿Quiénes son los aspirantes que podrían darle dirección a la unidad?
Tienen que ser Félix Salgado Macedonio y Pablo Amílcar, quienes están arriba con el 48 y el 22.2 por ciento respectivamente entre la militancia de Morena para convertirse en su candidato a gobernador y pueden sumar a quienes no tienen posibilidades como en este caso parece haberlo hecho Pablo Amílcar con Adela Román y como se podría sumar además a Luis Walton quien de antemano ha ofrecido apoyar a quien resulte candidato.
En el caso de Adela y Pablo ya dieron un primer paso, el siguiente será ver si los ediles que responden políticamente al ex delegado se alinearán y cesarán las hostilidades en el Cabildo porteño, de lo contrario hablamos de una unidad de pose para la foto.
¿MARCA O PERSONAJE?
La encuesta de Mitofsky arroja luz sobre esta polémica desatada a raíz de una declaración de Félix Salgado Macedonio magnificada por sus adversarios.
Él tiene 24.5 puntos de preferencia en general para ser candidato, el 48 por ciento entre la militancia de Morena y según los escenarios previstos en la elección por la gubernatura con él Morena obtendría una ventaja de 17.1 por encima del candidato más cercano del PRI.
Pablo cuenta con 13.4 puntos en general, con el 22.2 al interior de Morena y alcanzaría a ganar la elección para gobernador con 11.3 arriba del PRI.
Incluso Luis Walton que tiene 7.4 de preferencia general y apenas 2.2 entre los morenistas ganaría con una ventaja, aunque mínima, de 4.4 puntos. Este último ejemplo revela la importancia de la marca y los dos primeros, la del personaje y la combinación de ambas cosas. No hay que olvidar que Morena es un movimiento hecho partido alrededor de la figura de un personaje, es decir, una marca cuyo branding es una persona: Andrés Manuel López Obrador.
Claramente el candidato está entre Félix Salgado y Pablo Amílcar de cara a los procesos internos que iniciarán en noviembre y para las cuales ya el PRI dio a conocer que elegirá candidatos por convención de delegados, el PRD por encuesta y está pendiente el método que seguirá Morena, aunque hay quienes le apuestan al método del gran elector, o lo que es lo mismo, que al estilo del más arcaico priísmo sea el presidente Andrés Manuel López Obrador quien decida quién es candidato, o quien es más su amigo.
Eso sería un lamentable error si se toma en cuenta que la imposición de candidatos es señalada por personajes de Morena como una de las principales causas de los malos resultados electorales que se tuvieron en Coahuila e Hidalgo.
Imagínese que se impone a quien solo goza del 2.2 por ciento de aceptación de la militancia, ¡obviamente tendría el 97.8 por ciento de rechazo de las bases morenistas!
Ese porcentaje disminuye con los aspirantes más preferidos, pero el riesgo de que una parte importante de la estructura se eche a la hamaca u opere en contra siempre existirá, peor si no hay una dirigencia capaz de cohesionar a su partido y a Marcial Rodríguez no se le ve haciendo esa labor, mientras que Ríos Saucedo parece haber dejado de pelear con él pero solo para confrontar en medios a Félix Salgado.
Las distancias estadísticas no son para siempre y menos cuando no se han previsto aún los escenarios contando coaliciones y candidatos independientes. Tiene razón Adela Román, si no hay unidad puede venir la derrota.
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