Ricardo Anaya pierde los estribos ante nuevo video que lo involucra en lavado de dinero, este responsabiliza sin medir consecuencias al gobierno de la república, el candidato del partido revolucionario lo llama a asumir con responsabilidad este nuevo escándalo, mientras López Obrador le invita a que se serene el chamaco para que esclarezca esta situación que busca de manera desesperada encontrar responsables cuando el mismo no ha podido aclarar como en un corto plazo se hizo millonario; lo cierto que este nuevo video que fue dado a conocer en los medios de comunicación exhibe al candidato que encabeza el partido acción nacional, que es un farsante que miente desde el arranque de su campaña, al agarrar la bandera del combate a la corrupción como una de sus principales propuestas para buscar resolver uno de los principales problemas en que se ha visto envuelto el actual gobierno, la corrupción como consecuencia de los grandes males que hoy tienen sumido en la pobreza a millones de mexicanos y enlutadas a miles de familias que han perdido a sus hijos en la guerra que libran las organizaciones del crimen organizado.
La falta de experiencia del candidato del partido acción nacional y de la mediocre izquierda, no es más que la penitencia que empieza a sufrir en la ruta hacia los pinos, quien cada vez que es exhibido por su deshonesto desempeño, inmediatamente su mirada la pone en el presidente de la república con quien quizá también hizo algunos cochupos que le están costando que cada día sus militantes se vayan alejando de su proyecto, que aunque señala que es la encarnación del futuro no es más que el remedo del que tenemos, pues su visión superficial no le permite generar una verdadera propuesta para resolver los problemas en que se debate el pueblo mexicano, miren nada más que tomar la bandera del combate a la corrupción, cuando en el fondo esta es producto de la impunidad que se da en los tres poderes donde descansa la gobernabilidad del estado mexicano, de lo cual él ya fue participe desde el congreso de la unión, y que muchos lo acusan que desde ahí hizo muchos arreglos que hicieron posible los bienes que muy cínicamente ha dado a conocer en su ambición por llegar a la presidencia.
La desesperación que hoy se observa en el candidato de la coalición por México al frente no es más que el nerviosísimo que se ha hecho presa al no re puntear en los sondeos de opinión nacional, quien algunos analistas lo ponen ya en tercer lugar y tanto es su miedo que ante una nueva evidencia inmediatamente se ido en contra del presidente de la república al estilo de la vieja izquierda quienes desde hace años todos sus males se los cuelgan al gobierno en turno, lo cierto que esta vieja izquierda que se hizo candidato ya no representa la esperanza de millones de mexicanos que en algún tiempo creyeron en ella, la cual se ha desfondado al postular a un candidato de derecha en su desesperación de lograr arribar al poder, situación que cada día la ven más lejos y tendrán que pagar muy caro este tropiezo en las alianzas que han tejido en la búsqueda de seguir en el poder y que por cierto hoy está quieta ante la desbandada de miles de sus militantes que engrosan las filas del movimiento de regeneración nacional, por lo que vergonzoso seria que el partido de la revolución democrática y el movimiento ciudadano sigan el juego de Ricardo Anaya.
El nerviosismo del candidato del panismo, perredismo y del movimiento naranja es de entenderse frente al tercer debate nacional, al cual sin duda alguna llegara con golpes en el hígado hundido en la incertidumbre de sus seguidores por el reciente escándalo y que seguramente lejos de hacer propuestas buscará ante el auditorio nacional justificar las versiones que corren donde lo involucran en tráfico de influencias y lavado de dinero, problema que incrementarán las preferencias de los otro candidatos que están buscando capitalizar en detrimento del proyecto de la izquierda-derecha que más allá de generar certidumbre en el electorado no está haciendo más que exhibirse como hombre que es parte de la podredumbre que tiene sumido en la impunidad, pobreza y violencia al pueblo mexicano, quien piensa que por el hecho de señalar al presidente como responsable de la guerra que lo ha puesto en el ojo del huracán las cosas le van a cambiar, no es más que pura ingenuidad y desesperación de un equipo que nunca pudo estructurar una propuesta y de un candidato que quiso vender una visión de futuro que no fue más que lo mismo del viejo sistema, que hoy bajo propuestas que nos llevaron a una crisis sin precedentes en el pasado el pueblo está a punto de reencarnase en este proceso electoral que parecía que entre Andrés Manuel López y Ricardo Anaya había distancia entre futuro y pasado cual cambio es lo mismo es la misma burguesía que siempre ha gobernado.
Foto de Revista Punto de Vista
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