José Antonio Meade, ha sido el candidato presidencial del PRI que miles ataques ha recibido a través de las redes sociales y en otros medios; sus acérrimos adversarios -sin pretenderlo- lo hacen más “famoso” y con cierta “popularidad”.
Meade, a pesar de ser el “maléfico de la película”, tiene reales posibilidades de ganar la codiciada silla presidencial, por las siguientes razones:
-El PRI cuenta con más estructura electoral; su ejército está diseminado en todo el país. Le sigue el PAN, el PRD y Morena.
-El PRI tiene el respaldo de unos 14 gobernadores priistas, capaces de operar y revertir tendencias adversas a Meade.
-Los hombres -dueños del gran capital ($) en el país- respaldarían al PRI, igual que los cacicazgos regionales.
-El gobierno de los Estados Unidos ve con mayor agrado a Meade, después de Anaya. Los gringos le tienen desconfianza a AMLO.
-Meade, cuenta con más y mejor perfil académico, trayectoria administrativa, por arriba del panista Anaya y AMLO.
Pero también veamos los errores de Meade:
-Lo responsabilizan de ser autor del “gasolinazo”; eso le ha restado puntos, por eso no “levanta” y se mantiene en tercer lugar.
-A Meade, un sector de la ciudadanía lo ven como prolongación del gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto; en estos momentos, eso significa lastre en su pre-campaña.
Uno de los más importantes factores por lo cual Meade podría ganar las elecciones presidenciales, es la gran capacidad económica del PRI.
Para que el PRI pueda ganar la silla presidencial se necesitarían muchos miles de millones de pesos; para la operación política desde el “Cuarto de Guerra” de Meade. ¿Se repetirá la “Elección de Estado” igual como ocurrió el pasado año en el Estado de México?
El PRI, además de contar con enorme caudal de recursos en este México pobre y necesitado, cuenta con experiencia de sus operadores, capaces de revertir las peores adversidades.
Todavía no se puede predecir a quién le darían su voto los poderes fácticos (narcos) de los 3 candidatos presidenciales más fuertes; se desconoce por quién inclinaría preferencias. Los capos también votan.
Poderoso caballero es Don Dinero: José Antonio Meade, podría ser el próximo Presidente de México, aunque luego del primer domingo de julio suelten al tigre.
PRD: ¿CUÁNTO VALE ACAPULCO?
Antes de su extinción en Guerrero, los capos de la política y dueños del PRD –Los Chuchos- parecen realizar grandes negocios con la franquicia sol azteca. ¿En cuánto vendieron la candidatura a Joaquín Badillo, por la codiciada presidencia de Acapulco? Es la incógnita.
Lo cierto es que todavía hay ingenuos; o se hacen los incautos, como es el caso del indeseable diputado David Jiménez –sin- Rumbo, quien no se repone del tren que lo arrolló y lo va mandar al ostracismo.
El PRD de “Los Chuchos” -Zambrano y Ortega- empiezan a quemar sus naves a muy alto costo. Sin duda subastan las mejores plazas como fue el caso Acapulco, plagado por la espiral violenta.
Los “Chuchos” le ponen precio a todo; le hacen sentir a Beatriz Mojica que es la que manda en Guerrero; pero la rencorosa ex candidata (perdedora a la gubernatura), es co-partícipe de cómo y a qué precio fue subastado Acapulco. Claro, nunca lo dirá.
Todavía, Yacko Badillo sigue festejando su candidatura por la alcaldía de Acapulco, pero existe presunción de que Los Chuchos jamás garantizaron al empresario ganar la elección. Encabezar el Frente, está en veremos.
PRD: “LOS TRES LOBITOS”.
El que anda rumiando su fracaso es el mal afamado diputado federal David Jiménez –sin- Rumbo: Quiere aglutinar a ex aspirantes perdedores de Acapulco y los llamó a la “rebelión” contra la cúpula nacional del PRD.
Golpe dado, nadie lo quita. David, es otro de los políticos perredistas que súper mamaron la ubre presupuestal hasta dejar seca la vaca amarilla.
Jiménez -sin- Rumbo, fue diputado local, federal, senador y secretario de Desarrollo Social con el ex gobernador Ángel Aguirre, a quien le mordió la mano y le colgó los peores calificativos. El que ríe al último, ríe mejor.
David, Ilich Lozano y Víctor Aguirre, son los Tres Lobitos quienes exigen que el PRD nacional “reconsidere” la candidatura de Yacko Badillo en Acapulco. Aúllan en el desierto.
Lo que más lamenta Jiménez -sin- Rumbo es no haber participado en la suculenta y millonaria negociación que hicieron Los Chuchos, quienes exprimirán hasta lo último al PRD.
“Los Chuchos”, son verdaderos costales con mañas: Viejos colmilludos, corruptos y capos de la política; después de la elección presidencial podrían seguir regenteando al PRD -si sobrevive-; si muere, son capaces de formar otro partido con la pedacera sobrante del sol azteca, Morena, PRI y otros de la chiquillada. Al tiempo… Punto.
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