La muerte en Guerrero tiene mucha chamba. Matanzas y ejecuciones son el pan de cada día para todos los habitantes de este golpeado suelo sureño. Las autoridades parecen por momentos, complacientes con la expansión siniestra del crimen. Y los cadáveres se acumulan por montones en los Servicios Médicos Forenses (Semefos) de Acapulco, Chilpancingo e Iguala. Quizá por esa razón, el gobierno estatal buscó una salida rápida a tan escabroso escenario. A inicios de febrero, los tres Semefos alcanzaron la cifra record de acumular 750 cuerpos, cuando su capacidad es para 270. Y en ese sentido, la muerte se convirtió también, en negocio.
LUCRAR CON LA MUERTE.- Todo aquello que despide olores nauseabundos está convertido en lucrativo negocio. Desde la recolección y reciclamiento de la basura. Hasta los cuerpos en descomposición que se acumulan en los Semefos de la entidad. Se lee así:
1.- Al gobernador Héctor Astudillo, le reventó otra de las tantas crisis que le han restado con cada día que pasa, su muy endeble credibilidad: la saturación de cuerpos en los Semefos. Apeló a los apoyos de sus amigos para resolver el problema. Y lo encontró en el dirigente estatal del PRI, Heriberto Huicochea Vázquez, quien facilitó “un terreno familiar” de 5.6 hectáreas, para “guardar” los cuerpos sin identificar en dicho espacio, al que se le denominó Panteón Fiscal. Y desde luego, “sin cobrarles ninguna cantidad a los deudos cuando los cuerpos son identificados”.
2.- A pesar de que el dirigente estatal tricolor, busca vender esta medida como “humanitaria y solidaria y como modelo en ser implementado por primera vez en la república mexicana”, al final de cuentas su familia y él mismo como socio, están cobrando al gobierno estatal por rentar ese Panteón Ministerial, la friolera de 6 millones de pesos por un periodo de 15 años. Es decir, 400 mil pesos por año. 33 mil 333 pesos por mes. Esa renta no la alcanza ni el mejor departamento amueblado. Y Huicochea Vázquez, sin invertir un solo peso en ese lugar, se encontró de pronto explotando a su favor, el negocio de la muerte.
3.- Irritado por la revelación de esa información, hecha por el corresponsal de la revista Proceso, Ezequiel Flores, el dirigente estatal priísta, Huicochea Vázquez, envió a dicha revista una carta aclaratoria. Pero ya había aceptado el mea culpa. En realidad, hizo el escándalo más grande. No midió bien el terreno político. Fue un error de cálculo. Porque ahora tendrá que aclarar el procedimiento de adjudicación de esa concesión, que terminó beneficiándolo.
4.- No es la primera ocasión en que Heriberto Huicochea, se ha visto envuelto en escándalos de esa naturaleza. A Lectura Política han llegado diversos correos electrónicos en donde se asegura que el terreno donde está construido el edificio del Seguro Popular, ubicado en la Avenida de la Juventud sin número en la colonia Burócratas de Chilpancingo, también es propiedad del dirigente estatal tricolor. El problema de fondo, es que los procesos de Transparencia Gubernamental en la actual administración estatal, son muy opacos. Y eso abre paso necesariamente, a la especulación. A que sea la vox populi quien descubra esas inconsistencias. Así, Huicochez Vázquez, quedó de pronto, en medio de un huracán político que exhibió sus negocios inconfesables construidos al amparo del poder público. Lo cual desde luego, mermará sus posibilidades de encumbrarse en la siguiente legislatura local que tomará posesión en septiembre de este año, como coordinador de la fracción tricolor. Y pone en riesgo incluso, su ingreso a dicha legislatura.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Al gobierno astudillista le dolió demasiado la postura de la candidata a senadora por el PAN-PRD-MC, Beatriz Mojica Morga, en dos asuntos: no brindar seguridad a los candidatos de cara al proceso electoral. Y la observación hecha por la Auditoria Superior de la Federación (ASF), en el sentido de que la actual administración estatal tricolor no ha comprobado 3 mil 49 millones de pesos del ejercicio fiscal 2016. Qué tal.
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