Pues resulta que los parquímetros en Acapulco entraron en operación desde el año 1970.
Este miércoles, una treintena de alumnos (o presuntos alumnos) de la Preparatoria 7 de la UAGro, derrumbaron un parquímetro en la avenida Universidad y la calle Vicente Yáñez Pinzón.
Lo curioso del caso es que fueron arengados y encabezados por su director Bruno Terán Diego y unos profesores, quienes por intereses muy personales rechazan los parquímetros.
Luego de ese incidente, el alcalde Evodio Velázquez informó que el costo para los residentes por una hora será de 6 pesos y para los foráneos de 8 pesos, como se establece en la Ley de Ingresos.
Y también se señala que la tarifa de los parquímetros es de 8 pesos y fue autorizada por el Cabildo porteño y aprobada por el Congreso del Estado, pero que para los residentes es de seis pesos.
Dijo que no se busca privatizar a Acapulco con la colocación de nuevos parquímetros, pero además que actuará contra quien resulte responsable por la colocación de los mismos en sitios donde no se encontraban autorizados.
“Donde no había parquímetros no deben ponerse, en este momento hago responsables a los que permitieron que eso pasara; asumirán sus consecuencias. La instrucción del alcalde fue firme y concreta, fue que donde había un parquímetro ahí se pondría uno nuevo y era para mejorar la modernidad y la sustentabilidad de la ciudad”, fijó en conferencia de prensa.
Aclaró que no es una concesión a la empresa COPEMSA, sino que se trata de un contrato de prestación de servicios por los siete meses que restan de la administración.
Y además explicó que uno de los beneficios del contrato es que el 25 por ciento de lo recaudado es para invertirlos en mejorar la movilidad de la ciudad y en los sistemas de ciclovías.
Para el servicio de uso de bicicletas públicas (Acabici), de manera gratuita, así como impulsar el proyecto de ciclovías, para lo cual se cuenta ya, con 100 bicicletas.
Aportó, pues, una amplia explicación sobre la contratación de ese contrato (no concesión) de servicio, de su modernización y para dónde va el dinero que le corresponde al Ayuntamiento.
Lo lamentable es que esos maestros de la UAGro hayan utilizado a sus alumnos como carne de cañón.
Si el alcalde se comprometió públicamente a sancionar a quien haya colocado ese parquímetro en un lugar no autorizado, es obligado que se observe la conducta de esos maestros de la UAGro, que utilizaron a alumnos para que en plena vía pública se comportaran como unos verdaderos vándalos.
Y reitero: los parquímetros en Acapulco entraron en operación desde el año 1970.
Deveras que son tercos los adversarios políticos de este alcalde. Se garran de cualquier cosa para arremeter en su contra.
Mejor debieran dejar que trabaje durante estos siete meses que le restan a su gestión edilicia. (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.)
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