México, 6 ago (EFE).- El Tribunal Electoral de México afirmó hoy que se ha conducido "con plena transparencia" en la resolución de las impugnaciones contra la elección presidencial del 1 de julio, mientras se multiplican las presiones de la izquierda para que invalide los comicios.

 

Flavio Galván Rivera, integrante de la comisión encargada de elaborar el proyecto de calificación de la elección presidencial, aseguró que se está analizando con detalle cada una de las pruebas, constancias y elementos que permitan llegar a una sentencia.

Entrevistado en el programa Justicia Electoral, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el magistrado indicó que una de las características del proceso electoral es que sea abierto al público.

Por ello, añadió, se subió al micrositio de la comisión en el portal de internet del TEPJF, además de los acuerdos y la agenda de trabajo, las diligencias del juicio de inconformidad que presentó la coalición de izquierda Movimiento Progresista, que pide la invalidación de la elección presidencial.

Otro miembro de la comisión, Salvador Nava Gomar, afirmó que se están estudiando a fondo las pruebas y cada uno de los agravios que ha esgrimido la coalición.

"No podrán decir que en la sentencia que preparemos se dejó algo de lado. Habrá transparencia y publicidad y, por tanto, habrá profesionalismo, certeza, seguridad jurídica y una sentencia apegada a derecho y a la Constitución", aseguró.

A su vez, Constancio Carrasco Daza, también integrante de la comisión, explicó que las audiencias con los representantes de las coaliciones Movimiento Progresista y Compromiso por México representan algo inédito en el trámite de los distintos medios de impugnación.

"A cada una de las partes que nos solicite una audiencia, en nuestro micrositio se le estará dando vista con toda oportunidad y se notificará a las otras partes, incluyendo a la autoridad electoral, para que sepan que vamos a tener una entrevista con alguna de las partes", explicó.

El domingo, el excandidato presidencial del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que no negociará con sus adversarios y que solo aceptará un acuerdo para invalidar las elecciones del 1 de julio.

López Obrador encabezó en Puebla, a unos 125 kilómetros de la capital mexicana, la instalación de las 32 asambleas informativas para que los ciudadanos aporten las pruebas con el objetivo de demostrar el "fraude electoral".

Anunció que a mediados de esta semana se entregará al TEPJF un resumen de las irregularidades presuntamente cometidas por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y sus aliados de Compromiso por México.

El 1 de julio más de 50 millones de mexicanos participaron en las elecciones presidenciales, en las que Enrique Peña Nieto, abanderado de Compromiso por México, obtuvo el 38,21 % de los votos seguido por López Obrador con 31,59 %, de acuerdo con los resultados oficiales.

López Obrador impugnó los comicios presidenciales por la supuesta compra por parte del PRI de al menos cinco millones de votos con recursos de procedencia ilícita.

"Tenemos las pruebas contundentes para que no quede ningún pretexto, para que no se pueda utilizar ninguna argucia legal y declarar válidas las elecciones, que son claramente violatorias a la Constitución", afirmó el dirigente de la izquierda mexicana.

Insistió en que esas pruebas serán presentadas para que no haya ningún pretexto que impida al TEPJF anular el proceso y que el Congreso designe a un presidente interino que convoque a nuevos comicios.

Se espera que los magistrados del TEPJF anuncien a más tardar el 6 de septiembre su decisión sobre la validez de las elecciones.

Detalle de un muñeco que representa al virtual ganador de la presidencia de México, Enrique Peña Nieto, en uno de los sitios instalados en la ciudad de Puebla (México), como parte de la segunda fase de una serie de asambleas informativas que de forma simultánea se llevan a cabo en todo el país para recabar elementos que prueben la invalidez de las elecciones presidenciales, organizados por la izquierda mexicana. EFE