Foto: AP
Sol, arena y mar es lo que añoran la mayoría de las personas durante las vacaciones de verano; desean algunos días lejos del tránsito lento de las avenidas, del smog y de la prisa con la que se vive en las ciudades. Para ir a estos lugares tan codiciados, deciden mostrar sus mejores prendas sin importar su complexión o edad. Los trajes de baño son por excelencia, una forma de mostrar el cuerpo ya sea para broncearse o simplemente por verse bien pero ¿cuándo surgieron?
Según el sitio web Estilo y moda, esta vestimenta se utiliza desde el auge de las culturas egipcia y romana. En la primera, la indumentaria estaba compuesta por un taparrabos velado que utilizó Tais, cortesana que deseaba nadar con Alejandro Magno y su ejército. En Sicilia, existen mosaicos del siglo IV donde muestran diez bañistas jugando con pelota y haciendo rutinas de ejercicio; todas visten trajes de dos piezas: sostén y calzón.
Esta costumbre duró poco. A partir de la Edad Media y hasta el siglo XV, la gente se bañaba desnuda, lo cual causó que se transmitiera la sífilis; los lugares donde asistían las personas fueron cerrados. La medida sanitaria se volvió hermética cien años después, durante la Reforma Protestante que en los Países Bajos no permitía estas actividades.
La sana costumbre de bañarse
A finales del siglo XVIII, el rey Jorge III de Inglaterra impuso el hábito de bañarse; las playas se convirtieron en un centro de relajación y convivencia social y todavía la mayoría de las personas estaban desnudas.
No fue hasta el siglo XIX que se dieron dos grandes avances: se descubrió que los baños de sol en el mar era un remedio efectivo tanto para las personas enfermas de los nervios como para los que padecían enfermedades más complejas como la meningitis tuberculosa. El segundo hecho histórico es que de nuevo la gente se vestía para nadar. La primera en hacerlo fue la duquesa de Berry, quien se sumergió en el mar vestida completamente.
Foto: AP
El nacimiento del traje de baño se dio oficialmente en 1890. Estaba compuesto tres piezas: camisa, pantalón y calcetines; era utilizado por hombres y mujeres. Al iniciar el siglo XX, los calcetines desaparecen como prenda para bañarse y crean nuevos modelos: pantalón bombacho cubierto por una falda a la altura de las rodillas, corpiño cerrado hasta el cuello y mangas hasta los codos y zapatillas de lona. El problema de este traje fue su peso, ya que al estar confeccionados con franela, alpaca y sarga, la gente se hundía y algunos murieron en el mar.
Por esta razón, en 1915 se comenzaron a vender prendas hechas de lana ligera y elástica; fueron diseñadas por la compañía Jantzen cinco años atrás y su eslogan era “El traje que cambió el baño en la natación”.
Micheline Bernardini y el primer bikini / Getty Images
El pecado de mostrar la piel
Los trajes de baño siguieron evolucionando. Cada vez se mostraba un poco más de piel pero no fue hasta el 5 de julio de 1946 que se da a conocer el traje de dos piezas: el bikini. Su nombre proviene, según el periódico Publimetro, “del Atolón Bikini, lugar donde Estados Unidos realizaba por entonces pruebas de bombas nucleares”.
Esta nueva prenda fue escandalosa para la sociedad de esa época, puesto que dejaba ver las piernas de las mujeres, el abdomen y parte de los senos. Para poder presentarla, Louis Reard, diseñador y creador del bikini, tuvo que contratar a Micheline Bernardini, bailarina del Casino de París porque ninguna modelo estaba dispuesta a portar esa ropa.
Según la publicación El Tiempo de Colombia, “el bikini dejó estragos y abrió debates sobre el cuerpo de la mujer y las formas de desnudez. En muchas playas de Estados Unidos y Europa se prohibió su uso, bajo amenaza de arresto. Pero también tuvo sus seguidoras. Una de ellas fue Brigitte Bardot, quien además de posar en sesiones fotográficas con este atuendo, en 1956 popularizó su uso en la película 'Y Dios creó a la mujer', dirigida por su marido, Roger Vadim”.
El sector conservador de la sociedad pegó “el grito en el cielo” cuando apareció en 1964 el monobikini o “topless swimsuit”, con el que dejaba al descubierto los senos de las mujeres. Por esta razón, el diseñador que lo creó, Rudi Gernreich, debió moderarse posteriormente en las prendas que creaba.
De la tanga al burkini: ¿avance o retroceso?
La revolución causada por el bikini y el monobikini, ayudó a que los trajes de baño fueran aún más atrevidos y de colores llamativos. Las playas se convirtieron en pasarelas de moda, donde se podían combinar accesorios y otras prendas como los pareos.
En 1974, Carlo Ficcardi inventa en Brasil la tanga, que es parteaguas para los diseños de los trajes de baño actuales. Videos musicales como el del grupo Two mand sound con la canción Disco Samba, muestran este modelo.
Ya en el siglo XXI, las personas comienzan a cuestionar hasta dónde puede llegar la creencia de un pueblo: nace el burkini, que es una combinación entre la burka, indumentaria utilizada por las musulmanas y el bikini; lo diseñó Aheda Zanetti.
Foto: AP
El traje es similar al que usar los buzos y sólo deja al descubierto la cara, manos y pies. Por esta razón, las mujeres que profesan este culto han sido agredidas en naciones como Italia y Reino Unido, por considerarlas “antihigiénicas” y que “asustan a los niños”; sufren de discriminación al correrlas de hoteles y balnearios a “playas musulmanas”, tal como sucedió en un hotel de la región de Verona en junio de este año.
Sin importar si es “un bikini a lunares amarillos, diminuto, justo” o uno que cubra las piernas o de colores llamativos, lo relevante es disfrutar las vacaciones de verano y lucir nuestro cuerpo sin temor al qué dirán.
Lo importante es que ya no estamos a mediados del siglo XX para temer por nosotros si deseamos lucir más piel de lo normal. Felices vacaciones de verano.
Hay 403 invitados y ningún miembro en línea