Más de dos horas de ritmo y sabor de la cumbia colombiana fue la que ofreció el rebelde del acordeón, Celso Piña, en un concierto inolvidable de mucho baile en el Auditorio Sentimientos de la Nación en la ciudad de Chilpancingo.
La energía, jovialidad y vitalidad del cantante regiomontano dejó impresionados a los capitalinos al bailar, correr, brincar y amenizar con su buen sentido del humor cada pieza de cumbia que interpretó junto con su equipo de músicos que lo acompañan en todos los lugares a donde llevan su música.
El Auditorio Sentimientos de la Nación por primera vez se convirtió en una gran pista de baile, donde todos los presentes disfrutaron de los éxitos cumbieros como la Cumbia Sampuesana, la Cumbia sobre el río, Macondo, Aunque no sea conmigo, entre otras. El público no dejó de bailar y de pedir sus canciones favoritas al artista que desde que pisó el escenario quitó las barreras de solemnidad y rompió el hielo con el ritmo de su acordeón.
Gustoso del mezcal guerrerense que se le obsequió por su estancia por segunda ocasión en tierra surianas, Celso Piña comentó que después de visitar varios países de Europa en su reciente gira artística, le encantaría estar en Acapulco, aunque señaló que él y sus músicos van donde los inviten para llevar el ritmo de la cumbia y la mezcla de vallenato colombiano que alegra a todo su público.
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