*Exigen los profesores que se implemente un código disciplinario para los estudiantes * Denuncian que los normalistas implementan sus propias normas para la inscripción cada ciclo escolar, y que son ellos mismos quienes deciden quién ingresa y quién no *Prueba de ello es el hijo del dirigente de la CETEG Jorge García, quien no pasó el examen; afirman

Chilpancingo, Gro., a 14 de Febrero del 2012.- Los profesores Gabriel Vargas Conchero y Eduardo Mora Bello de la normal rural de Ayotzinapa, Raúl Isidro Burgos; denunciaron que en la institución permea una total anarquía a raíz de que los estudiantes implementan sus propias reglas, y las autoridades educativas del estado lo permiten. Ejemplificaron que en el tiempo de inscripciones, son los educandos quienes deciden quién ingresa y quién no.

En un primer momento y ante las acusaciones de los estudiantes en el sentido de que tan solo cuatro profesores cubren el nivel académico que se necesita, los educadores respaldados por toda la planta docente y administrativa de la institución, dijeron estar dispuestos a que se haga una revisión de perfiles.

Explicaron que en total existen 134 empleados, de éstos 43 son académicos, de ellos 25 cuentan con grado de maestría y dos son postulantes a doctorado.

No obstante, reconocieron que el resto de los docentes sólo tiene grado de licenciatura, sin embargo, aseguraron que las normativas escolares de la SEG en torno a quiénes pueden ser docentes en las normales, marcan que se debe contar con grado de licenciatura, y por ello se cumple con los requisitos.

Eduardo Mora Bello consideró que debe haber una relación de respeto entre alumnos y maestros; “pero cuando hablamos de eso, también pugnamos porque se implemente un código disciplinario que sancione la vida de los normalistas en ese internado, porque los trabajadores tenemos nuestro reglamento, y a nosotros nos sanciona la propia Secretaría de Educación”; aclaró.

Afirmó que en la institución ha prevalecido todo el tiempo, lo político ante lo académico, y que ésta situación se vino a agravar tras la muerte de Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús.

“Hay anarquía en la institución tras la destitución del director Eugenio Hernández García”; reprochó el molesto profesor.

Mora Bello denunció; “no es posible que de un semestre en muchos casos, asistan solamente los jóvenes dos o tres sesiones, y que al final estén secuestrando a los maestros para poder asignarle una calificación y no mínima, de 8 para arriba. Vivimos una situación que no es vida realmente en Ayotzinapa”.

Afirmó que para la planta docente, los alumnos en lo general tienen su estimación “aunque ellos no lo quieran creer”.

“Nosotros consideramos que queremos más a la escuela porque ellos son aves de paso de cuatro años, y aquí hay gente que tiene más de 30 años en la escuela, gente que permanece”; resaltó.

Por su parte, el profesor Gabriel Vargas Conchero, pidió a los medios de comunicación que no solo asistan a la institución cuando hay un problema como el que hoy se atraviesa con el reinicio de clases.

“Háganse presentes desde que inician las actividades cada ciclo escolar, para que ustedes se den cuenta cómo corre el proceso de inscripción, cuando después de dos semanas que tienen acuartelados a los jóvenes haciendo prácticas indebidas en el interior de la escuela, aproximadamente hay entre un 40 por ciento de estudiantes que son corridos por ellos mismos, precisamente por no mantener esa resistencia a la que son sometidos”; alertó.

Dijo que se inscriben después de ese proceso, alumnos que no pasaron el examen pero que ya crearon ciertos compromisos con algunos estudiantes, principalmente con los del comité estudiantil, y que son precisamente ellos los que permiten que se inscriban.

“Esto se da porque la Secretaría de Educación y el gobierno del estado no ha querido intervenir, siempre que se da el proceso de inscripción, se forman comisiones de los mismos estudiantes, desde donde está la dirección y control escolar, hasta la entrada de la escuela para vigilar que ningún extraño entre a hacer alguna inscripción que ellos no permitan”; lamentaron.

Resaltó; “es decir, ellos deciden quienes se van a inscribir cada ciclo escolar. Prueba de ello, actualmente hay un alumno que es hijo de un dirigente de la CETEG que es Jorge García. Ese alumno no pasó el examen, pero es alumno inscrito precisamente en lugar de los que fueron corridos y que sí tenían ese derecho”.

Luego reconoció que no pueden decir los maestros exactamente qué tipo de prácticas se implementa en el proceso de inscripción por parte de los alumnos, y que solo saben lo que pueden ver de forma externa, “cuando (a los aspirantes a ingresar) los sacan en horas de la madrugada a hacer corridas a la ciudad, marchando, gritando sus consignas, porque en ese tiempo no se nos permite el acceso a ningún trabajador”.