
“Una pizquita de amor, un poquito de cariño, un poquito de ternura y nada más”
Aurelia conoció la dulzura de ser madre nuevamente a los 58 años de edad, y de serlo para 40 niños a los que quiere y cuida como a sus propios hijos. Anhelando eso, quizá, es que eligió el nombre “Ollitas de miel” para la estancia infantil de Sedesol que abrió en el Kilómetro 30, hace cuatro años, cuando la ausencia de sus hijos naturales y sus nietos la llevó a buscar en qué ocuparse y retomó su profesión de educadora.