Fotos y texto de Andrés Arias Jurado/Periodista
MARQUELIA, Gro.- Si ninguna autoridad que los vigile o sancione, las flotillas de pesca de altura procedentes de los estados del norte como Sinaloa, realizan una pesca ribereña indiscriminada arrasando con sus redes de arrastre la flora y fauna de los litorales costeros en deterioro del equilibrio ecológico de la zona.
Es una práctica recurrente y que representantes de cooperativas pesqueras ya han denunciado a la Capitanía de Puertos ubicada en Acapulco y a la Armada de México, sin que hasta el momento se realice una intervención a estas flotas pesqueras, las que además de afectar la pesca ribereña, monopolizan la pesca de camarón de castilla, pues solo ha estas se les otorgan permisos correspondientes del crustáceo.
La pesca ribereña se define como una actividad de extracción de recursos acuáticos ejecutada con embarcaciones menores que no cuentan con maquinaria de cubierta accionada con fuerza electromotriz para el auxilio de las operaciones de pesca, utilizan el hielo para la conservación del producto y tienen una autonomía en tiempo máxima de tres a cinco días, por lo que no pueden competir con embarcaciones de mayor calado que si cuentan con todo el equipo mencionado anteriormente.
Y aun cuando el manejo de estas cooperativas pesqueras se ajusta a lo que establece la Ley de Pesca y Acuacultura Sustentables de 2007, las embarcaciones de pesca de altura violan lo conformando en los programas de ordenamiento pesquero y planes de manejo de pesquerías.
Por lo que pescadores ribereños que decidieron guardar el anonimato, comentaron a este reportero lo que ellos atribuyen como la causa en la baja de productos pesqueros locales debido a la depredación indiscriminada de los barcos foráneos que tiran sus cimbras o redes frente a las playas tanto en las bahías como fuera de ellas.
Dijeron que de nada sirven los programas de ordenamiento que tienen como propósito regular y administrar las actividades pesqueras, si no se regula a los pescadores foráneos de flotas camaroneras que no respetan nada, reduciendo el aprovechamiento sustentable de los recursos pesqueros y acuícolas en la zona, es una depredación constante en sus niveles de extracción.
Como consecuencia los que se dedican a la pesca ribereña tienen que meternos mar adentro en embarcaciones que no son apropiadas para poder subsistir ante situaciones adversas, lo que es un enorme riesgo para ellos.
La pesca ribereña está extinguiéndose, debido a que están condenando sus usos y potencialidades, su desarrollo, así como su capacidad pesquera o acuícola en una clara incongruencia con el ordenamiento ecológico del territorio nacional, sentenciaron.
Por lo que desde este espacio solicitan a las autoridades competentes como la CONAPESCA, SEMARNAT, SAGADEGRO y SEMAREN hagan algo al respecto y se detenga la indiscriminada que está arrasando la flora y fauna marinas de la región Costa Chica y Grande de Guerrero.
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