LECTURA POLÍTICA
La capacidad de unificar sus diferencias es increíble en los priístas. Desde luego, porque existen situaciones o factores en los que convergen sus intereses. Porque si se mira bien, el tamaño de la confrontación interna tricolor crecía exponencialmente desde el pasado lunes 5 de septiembre cuando aparecieron publicadas las declaraciones del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, quien polemizaba en torno a si el actual gobernador Ángel Aguirre, debió ser el candidato del PRI a la gubernatura, en función de que Manuel Añorve –el ex candidato del PRI- había sido impuesto por la ex lideresa nacional de ese partido, Beatriz Paredes Rangel.Una postura que se leyó como un guiño político del ex gobernador defenestrado, hacia el actual inquilino de Casa Guerrero. Y que despertó desde luego, el recelo del ex candidato tricolor al gobierno estatal, Manuel Añorve Baños. “El ex gobernador Rubén Figueroa debe reconocer que fue el primero en rechazar la precandidatura de Ángel Aguirre y no echarle la culpa a Beatriz Paredes”, sostuvo un día después en clara posición rupturista, el actual edil de Acapulco.
De ahí se cocinaron otros escenarios indicativos de las incipientes pugnas internas entre los grupos de poder tricolores que se disputan desde ya, los espacios en varias importantes candidaturas a cargos de elección popular. Enmarcadas todas ellas, en la desgracia que vendría después.
EL ABRUPTO DECESO DE MOISÉS.- Un día antes de que aparecieran publicadas las opiniones del ex gobernador Figueroa Alcocer; en Tlapa se celebró ruidosamente el cumpleaños número 52 del diputado local tricolor Javier Morales Prieto.
Esa noche desapareció el diputado federal Moisés Villanueva de la Luz, uno de los invitados al ágape. Estaría precisamente el lunes 5 en el último informe de labores del ahora ex gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto. Pero nada se supo de él. Mientras, las pugnas internas en el PRI crecían.
El dirigente estatal del PRI, Efrén Leyva Acevedo, defendía a Manuel Añorve en su incipiente confrontación con Figueroa, argumentando que “era el mejor candidato a gobernador, el mejor posicionado y el de mayor crecimiento y no comparto que fue una imposición de Beatriz Paredes”.
Y el coordinador de los diputados locales priístas en el Congreso local, Héctor Vicario Castrejón, exigía la salida de esa dirigencia del propio Efrén Leyva. Los priístas de Acapulco no avalaron su opinión y se pronunciaron incluso, por la ratificación del Sheriff de San Mateo.
En cierto modo, la polarización entre el grupo Figueroa y la dupla Añorve-Leyva comenzaba a tomar forma. Hasta que se conoció públicamente de la desaparición del diputado federal, Moisés Villanueva de la Luz. En los medios de comunicación se conoció de su presumible “secuestro”, hasta el jueves 8 de septiembre. Pero la PGR investigaba el incidente desde el martes 6.
Ahí los priístas cometieron un error: desdeñaron la intervención de la Procuraduría de Justicia Estatal y se fueron directos a la PGR. Minimizaron su intervención en un asunto que era competencia de las autoridades locales. Hoy piden incongruentemente, resultados de un crimen que no fue denunciado en tiempo y forma ante la instancia del fuero común correspondiente.
Pero además, el crimen de Moisés Villanueva tuvo indirectamente sus beneficios políticos: sirvió para limar asperezas entre los grupos Figueroa y Añorve-Leyva. Porque con sus diferencias políticas que aún persisten y reventarán de nuevo en el futuro inmediato, al final de cuentas todos los priístas de Guerrero se unieron para echarle montón al secretario de Desarrollo Rural, Sofío Ramírez Hernández. Dejaron efímeramente atrás, sus enconos. Porque está en juego una parte importante de la elección del 2012: la de senadores. No hay duda: los priístas tienen una enorme capacidad para unificar sus diferencias.
HOJEADAS DE PÁGINAS… Dentro de las investigaciones para esclarecer el homicidio del diputado Moisés Villanueva de la Luz, las autoridades revelaron que se encuentran tras la pista de una mujer que presumiblemente viajaba con el legislador federal y su chofer. ¿Sería la clásica pieza perdida que por lo regular, nunca aparece?.
Nada más es cuestión de recordar el caso del crimen contra José Francisco Ruiz Massieu. El diputado federal Manuel Muñoz Rocha, era el hilo conductor del asesinato. Pero se esfumó…Pese a externar su deseo de convertirse en diputado local o alcalde de Iguala, el dirigente de la sección 14 del SNTE, Emiliano Díaz Román, no ha mostrado tablas ni liderazgo en la desactivación del conflicto magisterial en Acapulco. Dicen que la Gordillo lo está sometiendo a su más severo examen. Y cómo va, tal parece que reprobará. No sería nada raro.
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