Desde el inicio de la administración de Marcelo Ebrard al frente del gobierno capitalino, Martí Batres se convirtió en su secretario incomodo, seguramente su nombramiento se debió a la recomendación de Andrés Manuel y desde que inició su gobierno, se dedicó a su proyecto personal que es la candidatura al gobierno del Distrito Federal y en segundo lugar a apoyar a Andrés Manuel López Obrador como candidato a la Presidencia de la República, Marcelo no importaba, los programas que el quisiera proyectar eran lo de menos, lo único importante era su proyecto y el de Andrés Manuel.
Y la bomba estalló después que Marcelo Ebrard acudió al evento del Presidente Calderón con motivo de su V informe de gobierno y Martí Batres lo acusó de traidor por saludar de mano a Felipe Calderón quien para los perredistas no es el Presidente de la República según él, aunque para muchos perredistas y la mayoría de los Mexicanos si lo es aunque muchos no estén conformes con su gobierno.
En este contexto, Ebrard argumentó que es presidente en turno de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) y en esa calidad "tengo y represento a todos los gobernadores del país, no nada más a mi persona y mis posiciones". Expresó que se trató de tomar una actitud responsable, porque el país está atravesando una situación muy difícil, la que viene también lo será, entonces "no me parecía adecuado que el presidente de la Conago no asistiera al informe" por una razón y posición personal. "Esto va más allá de eso y me parece que debemos trabajar para buscar que nuestro país esté en las mejores condiciones estos meses", comentó.
Al siguiente día de las declaraciones de Martí Batres en contra de Marcelo Ebrard, éste todavía trató de evitar destituirlo mandándole el mensaje para que renunciara y Ebrard comentó que si Batres no estaba a gusto, no tenía nada que hacer en el gobierno, debido a los comentarios críticos que vertió en su contra por haber saludado de mano a Felipe Calderón, durante su quinto informe de gobierno, y comentó muy serio "yo respeto todas las opiniones incluyendo las de los servidores públicos, lo que habría que decirle a Martí, es si no está a gusto, que ya se lo dije, pues no tiene nada que hacer en el gobierno, si a él no le parece correcto pues que sea congruente "que renuncie".
Y a pesar de este mensaje que Martí Batres no quiso entender, ya que pensó que Marcelo no se atrevería a despedirlo por temor a Andrés Manuel, no le quedó otra a Marcelo que hacer uso de sus facultades como Jefe de Gobierno del Distrito Federal y lo destituyó de su cargo como secretario de Desarrollo Social en el Distrito Federal, asimismo, se le instruyó para que de conformidad con la legislación aplicable, realice las actividades correspondientes a la entrega recepción ante la Contraloría general del Distrito Federal.
Y así la historia llego a su fin. Lo interesante de la misma, es que aquí en Guerrero sucede algo similar con respecto a dos de los secretarios del gabinete del gobernador Ángel Aguirre y uno ocupa precisamente el mismo cargo que ocupaba Martí Batres, David Jiménez Rumbo secretario de desarrollo social, declaró hace unos días que el candidato a la presidencia de la República debía ser el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, que es la decisión que tomó su corriente a nivel nacional, contradiciendo la decisión de su jefe político, el gobernador del estado, de apoyar a Marcelo Ebrard, además de andar por todo el estado promoviendo a precandidatos de su corriente con recursos de la Sedesol sin consultar si su jefe está de acuerdo o no, el piensa que su corriente es más importante que el gobierno del estado.
Y el otro secretario es el de salud, el doctor Lázaro Mazón Alonso, que también con los recursos de la secretaría de salud recorre el estado promoviendo la candidatura de Andrés Manuel López Obrador sin importar la opinión de su jefe político el gobernador Aguirre, han abusado de su cordialidad, de su amabilidad, de su cordura política pero todo tiene un límite y ya hace unos meses les declaró públicamente que no permitiría presiones de nadie y que si alguien quiere irse de su gobierno puede hacerlo cuando quiera, sostuvo que la invitación a colaborar en su gabinete fue personal, no fue para tribus o corrientes políticas ni para todos los seguidores políticos de algún secretario y remató con la libertad que los invité a formar parte de mi gobierno ellos también están en su legítimo derecho de irse cuando quieran.
También quiero recordarles que el gobernador tiene la facultad de nombrar o en su caso cambiar a aquellos que considere que no están teniendo un buen desempeño y seré muy pero muy definitivo en ese sentido, quien no lo entienda así, les diré "yo no quiero que te vayas ni que te quedes tampoco, pero si te quieres ir ahí están dos caminos". Está clara la postura del gobernador con respecto a sus secretarios y como sé que a el le gusta cantar, creo que pronto les cantará la melodía de José Alfredo Jiménez: "Diciembre me gustó pa que te vayas".
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