Pocos recordarán aquella canción pegajosa que se difundió hace como año y medio en todos los medios de comunicación dedicados a la difusión de la música y después en todos los canales de televisión se pudo ver como sus intérpretes bailaban al compás de esa melodía pegajosa que solo declamaba: ‘’el papa americano….el papa americano….’’ y así hasta la eternidad.
Lo atractivo era también ver en este videoclip a una figura parecida a Benedicto XVI quien alzaba los brazos y se movía al unísono con sus acompañantes desde un balcón parecido a los existentes en la basílica del Vaticano.
Era una especie de reclamo, de aspiración o premonición a lo que se vería poco tiempo después. El Papa Americano se convirtió en realidad contra todos los pronósticos-
Después de la avalancha de críticas y reconocimientos que se produjeron una vez que el ahora Papa Emérito Benedicto XVI decidiera hacer pública su renuncia al cargo que ostentaba, los papólogos y analistas mas conspicuos de la santa sede, apostaron que el nuevo pontífice de Roma sería un cardenal oriundo de Italia o de Viena y muy pocas o casi nulas posibilidades daban a que este surgiera de las filas de los pocos cardenales provenientes de América Latina. Los que se atrevieron a hacer pronósticos mencionaban solo a dos cardenales, uno de Brasil y otro el cardenal de México que despacha en el estado de Jalisco, mas nunca se mencionó ni por acercamiento a Jorge Mario Bergoglio, cardenal jesuita de Argentina hoy convertido en el Papa Francisco I.
El cónclave iniciado apenas el pasado martes por la mañana, en donde concurrieron 115 cardenales electores, superó todas las expectativas, pues mientras unos decían que la decisión iba a durar más allá de lo que se tardaron para elegir a Benedicto XVI, otros apostaban a que los cardenales norteamericanos iban a tener preponderancia dada su influencia por cuestiones netamente económicas.
Sin embargo, se les olvidó que los cardenales, si bien son hombres de carne y hueso, los más están comprometidos con los lineamientos morales, éticos y de misión pastoral que tiene la iglesia católica. Tan es así, que la decisión para elegir al nuevo Papa no tardó más que en ocasiones anteriores, lo que viene a desmentir la versión de que la iglesia católica está dividida y fraccionada. Todo lo contrario, se mostró al mundo que los cimientos de la llamada iglesia universal están mas fuertes que nunca y que su misión deberá ser reconvenida por el nuevo Vicario de Cristo.
La biografía del nuevo pontífice lo muestra como una persona que está comprometida con los humildes, con la paz y con el bien común. Es jesuita, lo cual lo define como un pastor que enseña al caminar y que también es un teólogo que defiende la vida y rechaza el aborto; que tiene una férrea convicción de que la familia surge del encuentro entre un hombre y una mujer y por lo tanto rechaza los matrimonios entre dos personas del mismo sexo y se ha opuesto abiertamente a la aplicación de la eutanasia como modo para terminar con el sufrimiento del ser humano.
Colocado en el extremo derecho de los jerarcas de la iglesia católica, el nuevo pontífice tiene una visión clara de lo que se requiere hacer en la institución para despojarla de todos los males que hoy la aquejan. Esto nos lleva a pensar que el nuevo Papa Francisco I será implacable con quienes se desvíen del apostolado que él mismo tratará de impulsar y que querrá que todos sus subalternos sigan esa misma mística al pie de la letra.
Poco o mucho se podrá decir a partir de hoy de este nuevo Papa. Lo que está por demás obvio, es que tiene una gran afinidad con su antecesor a quien en su primera aparición le brindó una oración y mostró también que los lujos y la grandilocuencia de la iglesia para mostrarse ante la feligresía serán cosas del pasado.
El es una persona con vocación de servicio, pero sobre todo, de un servicio a favor de los humildes, lo cual vendrá seguramente a fortalecer a la institución con la llegada de una nueva ola de feligreses que verán en él el retorno a los postulados de Jesús y sobre todo de su mentor espiritual: San Francisco de Asís, del cual tomó Jorge Mario Bergoglio el nombre de Francisco I.
Histórico día 13 del año 13 para la iglesia católica. Se eligió a un Papa Americano y asumió el nombre de Francisco, nunca antes utilizado por ninguno de los 225 Papas que lo antecedieron.
Periodista/Analista Político*
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