El fin de semana pasado un convoy de casi cuarenta encapuchados revisaron el auto propiedad de quien esto escribe. Les pareció sospechoso que un viejo Honda Accord hubiese sido estacionado fuera de una tienda Oxxo por mas de dos minutos. Tan hábiles fueron que cuando anuncié mi propiedad me devolvieron tarjeta de circulación, un gafete de identificación y una cartera que ya habían sacado de la unidad. ¡Rápidos que son los muchachos!
Fue para mi grande la sorpresa al saber que a escasos diez metros de distancia estacionaron una cherokee color gris y una patrulla de la policía preventiva de Acapulco de color blanco con rayas verdes. “Ahí tenemos la computadora y verificaremos que su unidad no sea robada”, me dijo el de la capucha mientras yo guardaba el garrafón con agua y un casillero con suficientes huevos.
Eran apenas las diez y media de la noche. Chao, les dije, no sin antes entregarles una tarjeta de presentación y aceptar la devolución de las cosas de mi propiedad. “Por si se les ofrece”, dije a quienes nunca supe si eran federales, estatales o municipales.
Podríamos polemizar en cuanto a la efectividad o no de la medida preventiva. El caso es que mas o menos a la misma hora, y por la misma zona, otro de nuestros vecinos fue secuestrado. Todos sabemos cómo somos los vecinos de clase media: comunicativos, chismosos y mitoteros. Muy mitoteros. No se nos va una.
En la zona del fraccionamiento Mozimba, Acapulco, en donde viven familias de clase media, han sido plagiados al menos seis de nuestros vecinos en las últimas ocho semanas. Por seguridad y respeto nos reservamos los nombres de las víctimas, pero al menos dos de ellos son hijos de ex funcionarios municipales. Menores de edad o apenas con menos de 20 años. Los vecinos lo platicamos de ventana a ventana. De puerta a puerta o en el estacionamiento del condominio. Nadie denuncia por temor a represalias.
En otro caso la semana pasada las redes sociales dieron cuenta de que un policía auxiliar se metió a la casa de una activista ecologista. Un policía en activo la golpeó y la plagió. Ella pidió auxilio a través del facebook y logró que, lo que ella llamó “secuestro expres” abortara. Llegaron federales, militares, estatales y municipales en su auxilio. Luego no se supo mas que la posibilidad de que la amiga tiene en mente irse del puerto de Acapulco. Tiene miedo.
En Acapulco se han sucedido una serie de secuestros a personas con un bajo perfil económico. Empleados de gobierno, pequeños comerciantes, mecánicos y, en general, familias que apenas tienen para sostener un mediano nivel económico de vida al día. O sea: vivimos al día.
Nuestros policías, ya sean federales, estatales o federales, son eficaces para detectar autos sospechosos estacionados fuera de las tiendas Oxxo’s mientras en sus narices ocurren los plagios. Y ahora esa eficacia la convertirán en otra fenomenal estrategia:
El jefe de la policía de Acapulco anunció que detendrán a los vehículos que les parezcan sospechosos, les exigirán documentos. Quienes no los porten en ese momento serán remitidos a las autoridades. ¿Dónde quedó eso que dice la Constitución de que nadie puede ser detenido si no es mediante la orden de un juez?
Leemos el boletín enviado por un señor que dice ser contralmirante pero que, seguramente, jamás ha leído que en México el primer artículo Constitucional advierte, precisamente, acerca de las garantías individuales. Esperemos que el jefe de éste militar le ofrezca una breve lección de derecho. O al menos le preste un ejemplar de la Constitución y lea el primer artículo.
Mientras recuperamos la adrenalina desperdiciada por el robo de nuestra tarjeta de circulación leemos que paisanos de Olinalá y Cualac decidieron instalar retenes ciudadanos allá en la región de La Montaña, para evitar el ingreso del crimen organizado. Ellos ya no confían en su policía. Allá sospechan que los uniformados están amafiados o coludidos con el crimen.
Ellos se defienden con rifles calibre 22, palos y machetes. ¿Será necesario llegar a ese extremo en Acapulco, donde todos somos sospechosos para el jefe de la policía mientras los secuestros se multiplican por la ciudad? Esperemos que no.
TRASCENDIÓ
QUE Héctor Apreza Patrón, ex presidente del Congreso Local y actual diputado local, será el coordinador de la fracción parlamentaria del PRI en el Congreso de Guerrero, luego de la renuncia de Héctor Astudillo. El de Olinalá tiene tras de si el respaldo de casi todos los legisladores priístas. “Con todos se lleva bien. Es amigo del gobernador y tiene experiencia parlamentaria”, han comentado jóvenes diputados consultados al respecto.
QUE el periodista y licenciado en filosofía y letras por la Universidad Autónoma de Guerrero, Cuauhtémoc Saavedra, asumió la mañana de éste lunes como director de comunicación social en la Universidad Autónoma de Guerrero. Él ha sido jefe de prensa en la Cámara Local de Diputados y acompañó al actual embajador de México en Colombia, Florencio Salazar Adame, en su paso por el gobierno federal. La eficacia de Cuauhtémoc es garantía.
QUE al directivo de una paraestatal del gobierno del estado le arrebataron uno de sus muchos automóviles en la región de la Tierra Caliente, apenas la semana pasada. El miedo, dicen, lo provocó descuidar sus actividades al frente del organismo, motivo por el cual se retrasó en el pago de la nómina y dejó plantados a los notificadores de la Secretaría de Hacienda quienes le exigen el pago del ISR que la paraestatal no ha solventado durante los últimos doce meses. Éste ultimo caso debiera preocuparle aun mas al funcionario que la recuperación de su lujoso auto.
NUMERARIA
1) El número total de delitos vinculados con el narcotráfico aumentó 70 por ciento durante el gobierno de Felipe Calderón con respecto al sexenio anterior, al pasar de 199 mil durante los seis años de la administración de Vicente Fox a 339 mil entre enero de 2007 y septiembre de 2012.
2) Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la incidencia de esos actos ilícitos se duplicó prácticamente durante los últimos 12 años y alcanzó su punto más alto con el actual gobierno. En un periodo de 10 años, esos delitos se incrementaron 84 por ciento.
3) Siete entidades federales han concentrado desde 1997 este tipo de delitos federales: Distrito Federal, Baja California, Jalisco, Guanajuato, Sonora, Sinaloa y Chihuahua.
PREGUNTAS QUE MATAN
¿Quién fue el gobernador aliancista que al asistir al encuentro del Presidente Electo Enrique Peña Nieto con los mandatarios de izquierda se quiso pasar de “confianzudo” y recibió la respuesta pesada de la investidura presidencial al estilo priísta? Nos cuentan que el “liso”, como se dice en la costa, tuteó a Enrique Peña. El Presidente electo dejó claramente establecido que esas confianzas no le gustan. Muy serio le respondió: “Señor gobernador…”. ¿Quién fue…?