La moda de los políticos, de los gobiernos, de quienes andan en campaña, o quieren hueso, es hablar de transparencia, de honestidad, de responsabilidad, de cuentas claras y no sé que cosa.

La realidad es otra. Y cuando digo, todos, es de todos. Entiendo que los políticos mexicanos, cojean de la misma pierna. Panistas, priistas, perredistas. La mayoría tienen cola que les pisen y cuando pueden reclaman, alzan la voz, exigen, pero cuando les toca a ellos, callan. Omiten, se hacen disimulados.

Voy a ser indiscreto. Recientemente le dijeron a uno de los políticos que estrena puesto en la administración pública, que dejara de hacer escándalo, luego de que empezó a declarar que le habían dejado la casa tirada, que las finanzas estaban hechas un desbarajuste, que iba a pedir auditoría y quién sabe qué cosas más.

El mensaje cayó en blandito, luego de que le mandaron decir, que si quería que se mencionara el desbarajuste que dejó, cuando se fue a otra representación popular, lo harían, para que dejara de gritar. Y lo hizo, ya no ha declarado nada al respecto.

El caso, es que la responsabilidad de que los procesos de entrega recepción, la responsabilidad de los funcionarios de entregar cuentas claras, de hacer transparente el manejo de los recursos, de hacer más expedito, el proceso de revisión de cuentas y las mismas sanciones, tiene que ver con la modificación a la norma legal y son los diputados, quienes tienen, la sartén por el mango.

Pero también hay tareas que la Auditoría General del estado (AGE), cuya responsabilidad recae en el Congreso del estado (CE), que maneja Arturo Latabán López y Julio César Hernández Martínez, respectivamente, aún inconclusas, entiendo, pero que ya caminan, con la intención de mandar mensajes claros de que no habrá de solaparse la corrupción de funcionarios. El caso, es que en este momento, hay quienes declaran, y litigan en los medios, cuando la situación debe ser acogida por las autoridades responsables y deslindar responsabilidades. Lo otro, sólo es protagonismo. No se trata de defender a ningún ex edil, sino de que las autoridades deben aclarar si realmente hubo saqueo y si lo hubo, pues hay responsables y aplicar lo que corresponda y punto.

Por eso, mis amigos Arturo Latabán López y Julio César Hernández Martínez, tienen una tarea titánica, para verificar qué pasó, quién es responsable y quién no. Así de simple. Y sin duda que sería sano que tanto el Auditor General Arturo Latabán y el Contralor General, Julio César Hernández Martínez, hicieran un trabajo meticuloso y en los casos especiales, aplicaran una sanción ejemplar y de seguro, todos tendrían que poner sus barbas a remojar. Y con ello se acabaría la sensación de impunidad que impera o que se percibe en el ambiente político de Guerrero.

Porque pareciera que muchos ex funcionarios, y la lista es grande, de quienes desde hace muchos años, siguen sin entregar sus cuentas y ya se fueron de diputados, ya terminaron, ahora son senadores y siguen tan campantes. Luego entonces, es necesario que la AGE y la Contraloría, hagan lo que saben hacer, verificar con lupa, quién es malas mañas y aplicar un correctivo ejemplar y con ello mandar mensaje reales y no mediáticos, de que se aplicará la ley.

Así de simple. Porque como ha habido un amplio margen de tolerancia en favor de muchos ex funcionarios, abusivos y muchos han leído, que hay impunidad y por ello, no se aplican a entregar las cosas en regla, ni el manejo financiero de sus responsabilidades, las han hecho como debe ser.

Luego entonces, ya no valen declaraciones de los funcionarios de la AGE ni de la Contraloría, como dijeran en mi pueblo, cuando íbamos a las luchas. “Quiero ver sangre”, para ver si es cierto el anuncio de que no habrá impunidad para nadie, sea del color que sea. Así de simple. Gracias. Comentarios; Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Y Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.