Contra viento y marea, la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), ha sido el refugio, como debe ser del pensamiento científico y crítico y de la conciencia social, más avanzada. Han existido circunstancias y momentos complejos en la vida cotidiana de una institución académica, la más importante del estado de Guerrero, por su tamaño, e historia. (Foto: Andrés Arias Jurado)
Por esas mismas circunstancias y apoyo al florecimiento de una conciencia crítica a lo establecido, se le ha tratado de domeñar, cuestión que en muchos aspectos se rechazó en su momento, cuando las manos de quienes suponen que una Universidad del Pensamiento libre, era nociva para el crecimiento y fortalecimiento de una sociedad que camina, que avanza, que se transforma y crece en espíritu y conciencia. Quizá por eso, la UAG distrajo mucho tiempo en su defensa, que en el fortalecimiento institucional, científico y educativo. Con todo, hoy camina y camina bien.
Hoy, muchos de aquellos aspectos que fueron rechazados, ha sido aceptados por sus profesionales, quienes ahora se ven más atentos en la búsqueda de constancias, inventadas o no, que les permitan ser parte de los beneficios de una visión educativa Neoliberal, que le otorga a los catedráticos y profesores, una función meramente administrativa y que les coarta su espíritu independiente en cuanto a su relación con la ciencia, porque desde que sus profesionales se vieron involucrados en el fomento a la mentira que es la recolección de constancias “académicas” que les permitan alcanzar un extra salarial, se perdió mucho.
Pero el tema es otro. Ya en 1984, miles de profesores y personal administrativo y funcionarios de la UAG se unieron y fortalecieron a la institución académica más importante del estado de Guerrero y con su esfuerzo dieron pauta para que la UAG, tuviera viabilidad.
Hoy, que el rector, máxima autoridad cívica de la institución, Ascencio Villegas Arrizón se encuentra en una situación crítica, por cuestiones de salud, es necesario cerrar filas y no permitir que las ambiciones humanas, afecten a la UAG. Por ello es necesario hacer lo necesario y crear las condiciones que permitan acercarse a una posibilidad de seguir avanzando, seguir encontrando y armando condiciones más favorables para un desarrollo cercano a estadios ligados a la ciencia y a la investigación y la cultura en su más alta expresión. Hoy, la UAG, luego de procesos complejos, se ha convertido en alternativa educativa y formativa de miles de guerrerenses que han encontrado lugar y espacio, para dejar condiciones complicadas en la vida cotidiana. No pocos de esos universitarios guerrerenses, hoy despuntan en instituciones de excelencia educativa y de investigación, en el país y en el mundo.
El camino ha sido arduo, complejo y difícil, por lo que hay que fortalecerlo entre todos. Por ello, creo que es necesario caminar unidos. Y considero que en este momento, muchas fuerzas al interior de la UAG quisieran encabezar a la institución y postular a sus mejores cuadros. Pero, creo que hay un personaje en la UAG, que podría unificar los más amplios criterios políticos y sociales. Me refiero al Doctor Javier Saldaña Almazán, quien desde la Secretaría de Planeación ha establecido directrices educativas en la UAG, con visión, con proyección y condición para que la institución educativa, fortalezca sus estructuras educativas, procesos administrativos y se fomente una cultura de compromiso social, que impacte entre la sociedad guerrerense, en su favor.
Por lo pronto, el trabajo y capacidad de gestoría, implementada por Javier Saldaña Almazán, ha permitido que propios y extraños reconozcan en sus acciones y compromiso educativo e institucional, que la UAG, se encuentre en un periodo de tránsito, hacia escenarios donde las carreras, procesos de investigación, cultura y de desarrollo institucional, que ya son reconocidos por instituciones de excelencia.
En ese sentido, y ante la adversidad, se hace obligada la unidad. Puede haber otros candidatos, sin duda, pero me inclino abiertamente por un personaje que ha mostrado un alto compromiso por la UAG y por ello me atrevo a proponer que se inicie un proceso de consulta con las bases académicas, administrativas y estudiantiles, en aras de encontrar quién puede ser de manera unitaria, quien fortalezca las esperanzas de los universitarios guerrerenses en mejores condiciones, al interior y al exterior de la UAG. Mi apoyo irrestricto es por Javier Saldaña Almazán y que surjan las ideas y propuestas, más viables. Gracias. Comentarios; Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Y Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.